Risas, música, una máquina trabajando, aunque falta el público, se siente la algarabía de los teatreros previa al ensayo de la obra que presentarán en próximas horas. Así es Área 51, recinto teatral que cumple nueve años de abrir sus puertas a producciones locales, así como brindar talleres de profesionalización para los artistas escénicos.
En entrevista para AVC Noticias, Karina Meneses, Karina Eguía, Patricia Estrada y el resto del equipo de este espacio dicen sentirse emocionados por alcanzar casi una década de existencia y aunque reconocen que este aniversario tiene el sabor de la incertidumbre, “que es nuestro café de todos los días”, que comparten con iniciativas independientes de Veracruz, pero aseguraron que continuarán ofreciendo a los xalapeños una cartelera continúa y un espacio digno para los nuevos, y no tan nuevos, artistas escénicos.
Queríamos un espacio para ensayar, crear y presentar nuestras producciones
Patricia Estrada, directora de Área 51, sitúa el origen de este proyecto en los años de formación de los integrantes del espacio “como estudiantes lo primero de lo que nos dimos cuenta cuando estábamos en la Facultad (de teatro de la UV) es que hacían falta muchos foros para la cantidad de producciones que se hacían en Xalapa”.
Al ver las opciones limitadas, los entonces estudiantes recurrieron a ocupar los espacios que les ofrecían, como fue el Centro Estatal de Integral de la Sexualidad “es de un amigo sexólogo y ahí era el espacio que teníamos para las funciones” recuerda Estrada sonriendo, si embargo esta necesidad imperiosa eventualmente les hizo desear conseguir un lugar propio “lo queríamos, queríamos un espacio para poder ensayar, crear y presentar, también queríamos un espacio para la comunidad artística xalapeña”.
Karina Meneses, integrante y también fundadora de Área 51, agregó que no se trataba solamente de tener el espacio físico, sino que este fuera profesional “parte de las miras era vamos a hacerlo profesional. Si ya estrené en La Caja y me dio estas opciones como espacio, yo no quiero de ahí menos. Era pensar en que nuestro propio espacio fuera de ahí para arriba, y eso te hace tener un compromiso más grande de decir bueno apostamos por un espacio profesional tanto para nosotros como a quienes queramos invitar… y obviamente en un año no lo hicimos, con el paso de los años hemos ido agregando”.
La profesionalización, que refiere Meneses, se convirtió en una noción fundamental para la consolidación del proyecto, pues a la par del espacio empezaron a brindar talleres de personalidades en diferentes disciplinas escénicas que permiten la vinculación constante con lo que se está haciendo en el resto del país y complementa Karina Eguía:
“Esa es nuestra idea del actor integral, porque para nosotros esto es una profesión, ser un artista es nuestra profesión y eso implica constantemente estar llevando a cabo tus espacialidades, como en cualquier otra profesión. La universidad te abre un mundo muy amplio dentro del espacio teatral, pero son cuatro años, tú te tienes que estar profesionalizando cada día si quieres destacar en algo”.
Incertidumbre, intermitencia y pandemia: no le tenemos miedo a probar
Xalapa goza de una fama como ciudad cultural por la variedad de actividades artísticas que ofrece, no obstante la avidez del público que demanda conciertos, obras teatrales y exposiciones de arte, los espacios independientes enfrentan grandes desafíos para mantenerse a flote.
Al respecto, Karina Eguía reflexiona que, a comparación de hace quince años ya hay muchos más espacios, sin embargo “siguen siendo iniciativas de grupos independientes que sufren intermitencia porque no se pueden mantener en cartelera, o más bien no se pueden mantener (económicamente), entonces se abren y se cierran. Sí han aumentado, pero más desde el lado independiente”.
Por ello, Eguía explica que el aniversario les causa una gran felicidad sobre todo porque el tema de la pandemia fue otro gran golpe para las iniciativas independientes “vivimos momentos muy difíciles como foro y nos sentimos muy afortunadas, porque espacios muy consolidados en toda la República han tenido que cerrar sus puertas y eso genera mucho miedo, incertidumbre, tristeza, o sea sí estamos contentas pero eso no significa que la incertidumbre no esté latente desde siempre”.
Continuando con los retos de la pandemia, Meneses recordó aquel 21 de marzo en que tuvieron que mandar a todos a su casa “tuvimos que cancelar temporadas, pero creo que aparte de eso fue enfrentarnos a decir ¿qué vamos a hacer? no te puedes quedar con los brazos cruzados, ¿neta vamos a estar cerrados hasta que nos digan que ya podemos abrir o qué vamos a hacer? y afortunadamente empezó a haber convocatorias para proyectos virtuales”.
Así, empezaron a desarrollar monólogos originales y otros experimentos con obras conocidas por el público habitual de Área 51 como “Ítaca, bitácora de viaje”, pero también surgieron otros proyectos como el que propuso El Helénico que les permitió realizar la puesta en escena virtual “Offline la venganza de Troya” dirigida por Eguía, quien recuerda entre risas el enorme desafío tanto técnico como anímico que representó “algunos quedaron curados de espanto y no quieren saber nada más de la virtualidad, pero otros quedaron enamorados” y agrega
“Nos interesa tanto la profesionalización que no le tenemos miedo y nos aventamos, o bueno, quizá si nos da miedo, pero nos aventamos porque es nuestra labor como creadores. Por eso, me atrevo a decir que Área 51 fue de los primeros grupos que tomó la iniciativa de generar proyectos virtuales, talleres y no era por generar por generar, tenemos un espacio y necesitamos que el público nos vea”.
Faltan voluntades para apoyar a espacios independientes
Ante este panorama y con nueve años de aprender a sortear las adversidades, ¿qué hace falta para apoyar espacios independientes? La respuesta dicen ambas artistas es“voluntad política en el estado, de los encargados de cultura y una voluntad social también”, pues “ya hay gente que estamos haciendo proyectos, sólo necesitamos un empujoncito para que eso avance más, o tenga mucha más proyección o que se quede solamente con la gente que viene aquí siempre” dice Meneses.
“Xalapa es una semillera de artistas porque tenemos una universidad y porque los egresados son impetuosos, quieren mostrar su arte, pero llega un momento en el que se agotan y ya no pueden seguirse manteniendo, pero no nos damos cuenta”, complementa Eguía y apunta su compañera:
“Necesitamos gente precisa, interesada en vincular arte y sociedad como un generador de pensamiento, de educación y cultura, es una manera integral de un proyecto político no solamente sembrar arbolitos o pavimentar las calles” y recordó proyectos como el que realizaron en los Centros de Gestión de zonas periféricas de la ciudad donde pudieron comprobar que la gente, independientemente de su condición geográfica y económica, están interesadas en el arte.
Finalmente, las integrantes de Área 51 desearon continuar siendo del agrado del público “queremos ser un espacio en donde se sientan seguros, sabemos de la responsabilidad y todos los días hacemos un esfuerzo todos los días para que el público que venga viva realmente una experiencia y que cuando se vaya del teatro quiera regresar”.
AVC
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TEXTO Y CONTEXTO | Dos Bocas, prisas y sospechas sobre Nahle