La idea de una nave espacial que viaje a otros planetas en el sistema solar, mientras ahorra tiempo y combustible, cada vez parece alejarse más de la ciencia-ficción.
Un notable ejemplo de esta revolución tecnológica son las velas solares, prototipos de vehículos aún en ciernes que proponen alcanzar la quinta parte de la velocidad de la luz con el impulso de una matriz de rayos láser instalado en la Tierra.
Sin embargo, las velas solares aún presentan una limitación física: la nave no debe cargar muchos instrumentos científicos para que el vehículo sea ligero y alcance una mayor velocidad en su viaje. El detalle es que sin tales instrumentos en la maleta, resulta imposible estudiar el espacio.
Por esa razón, Mahmooda Sulta, una ingeniera de la NASA Goddard Space Flight Center, propuso al programa NIAC de dicha agencia espacial un prototipo de nave similar que viaje tres veces más rápido que los vehículos actuales y tenga la ventaja de cargar herramientas que exploren el sistema solar exterior.
En palabras de Sulta, se trata de un concepto que “integra un instrumento científico y una nave espacial en una estructura monolítica”. En febrero de 2022, el proyecto, llamado SCOPE (ScienceCraft for Outer Planet Exploration), recibió un incentivo económico de la NASA para su primera fase de desarrollo.
Un velero solar particular
Los prototipos de veleros solares poseen una vela extremadamente delgada y reflectante que esté fabricada con láminas de óxido de aluminio y disulfuro de molibdeno, según Space.
Los expertos sugieren que las velas solares “pueden depender de la luz solar para su propulsión si la nave espacial es lo suficientemente ligera y tiene una vela lo suficientemente grande”.
Como los vehículos no deben cargar muchos instrumentos, la idea de Sulta es incorporar, en todo el área de la vela, una serie de nanosensores que funcione como un espectrógrafo. Esto permitiría estudiar los espectros de radiaciones de diversos cuerpos mientras viaja a gran velocidad por el espacio.
La nave, de bajo costo y tránsito rápido, se dirigiría exclusivamente a Neptuno y Urano, los gigantes de hielo que han sido visitados solo una vez en más de 60 años de exploración espacial.
Si el proyecto se torna realidad, “puede permitir misiones científicas a un costo menor y proporcionar un gran número de oportunidades de lanzamiento”, dice Sulta. En ese sentido, tardaría dos años en llegar a Urano y tres a Neptuno.
En el escenario actual, los envíos de sondas y satélites a otros planetas del sistema solar demoran meses o años. Por ejemplo, los viajes a Marte se estiman en 7 meses (Mars 2020 Rover Perseverance), a Saturno en 7 años (Cassini-Huygens) y a Plutón casi 10 años (News Horizon).
Nuevas misiones de exploración
En tanto, la NASA ya está avanzando las gestiones de otro proyecto llamado Interstellar Probe o Sonda Interestelar para viajar fuera de los límites de la heliosfera, región bajo los efectos de los vientos solares y su campo magnético, considerado por algunos científicos como la última frontera del sistema solar.
Otro ambicioso proyecto que involucra tecnología de veleros solares es Breakthrough Starshot. Esta iniciativa, de 100 millones de dólares, anunciada en 2016, propone enviar un enjambre de veleros solares del tamaño de un microchip al sistema estelar Alfa Centauri. Su viaje tardaría aproximadamente 20 años, lo que con la tecnología actual tardaría millones de años.
larepublica.pe
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