Hay un momento en nuestras vidas en el que, con los smartphones en la mano, exclamamos un trágico “Oh, no”. La razón no tiene que ver, esta vez, con pantallas rotas o un golpecito, sino con que, por alguna razón, el teléfono está cargando muy lento.

Son varios los motivos por los que un teléfono inteligente, de un día para otro, empieza a tardarse más en cargar. Algunos usuarios se desesperan más que otros y deciden, simplemente, comprar otro equipo. Otros son más pacientes, tratan de llevarlos a un local de servicio técnico y cruzar los dedos con que sea algo leve.

Pero estando en casa, sin alarmarse, hay formas de saber cuándo y por qué un celular está cargando lento. Acá explicaremos las razones del problema y algunas soluciones para que el teléfono pueda volver a cargarse con normalidad.

Empecemos con lo primero que se nos debe ocurrir hasta llegar a las razones más complejas.

El cargador, el cable y la compatibilidad

No hay cable sin cargador ni cargador sin cable en casi todos los casos. Si no se utiliza el cable adecuado para el cargador y si el cargador no indicado para ese cable, la carga de un teléfono nunca será eficiente.

También es importante no optar por versiones genéricas. Lo mejor para la vida de una batería es que sea cargada por el cargador y el cable de su propia marca o simplemente el que viene con él en la caja, y si ese smartphone no lo incluye, ir a una tienda oficial o tercero que venda accesorios originales.

Técnicamente hablando, para que un teléfono cargue a 30W (30 vatios), el cargador y el cable le tienen que entregar esa energía. Como explica Xataka, vatios es igual a voltios por amperios, por lo que hay diferentes configuraciones para enviar esa energía, pueden ser 10 voltios y tres amperios, o 6 voltios y 5 amperios, o quizá la inversa, con 5 voltios y 6 amperios

Algunos cables USB tienen limitaciones en la cantidad de amperios que envían, y eso, dependiendo de los voltios y amperios que puede enviar el cargador, puede hacer que no sumen la cantidad necesaria.

Concluyendo este punto, lo mejor es nunca utilizar el cargador de un teléfono o marca diferente, y si es de la misma, confirmar que el cargador y su cable sean compatible con el smartphone. Porque si tienes un celular que carga a 30W y lo enchufas con un viejo cargador de 5W, la carga va a ser mucho más lenta.

Carga rápida y carga inteligente

Algunos teléfonos cuentan con sistemas de carga rápida, que hacen que la carga se ponga lenta de forma automática a partir de cierto porcentaje de carga alcanzado para mejorar la vida útil de la batería.

Un teléfono puede estarse cargando a gran velocidad cuando la batería está muy baja, pero al llegar a 85 o 90 por ciento, puede reducir su velocidad de carga para bajar la temperatura y cuidar la pila.

El porcentaje de carga en las baterías es una clave. De hecho, los fabricantes recomiendan que los teléfonos sean cargados antes de que la batería baje de 20% y que al cargarlo no suba del 80 por ciento.

Para “potenciar” esta recomendación, las compañías desarrollaron un sistema de carga inteligente u optimizada, que pueden limitar ese máximo de carga de batería y ralentizar la carga para que la carga rápida tampoco perjudique a largo plazo su durabilidad.

Esta puede ser otra de las razones por las que un móvil cargue más lento. Puedes desactivar ese tipo de carga, pero es importante destacar que es una buena opción para cuidar la pila.

Evalúa todas estos escenarios antes de enviar a servicio técnico tu celular, confirma que sea carga rápida, que el cargador y el cable sean los correspondientes, verifica que esté conectado directamente a la corriente, y si usas un alargador, que esté en buenas condiciones.

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