No es la guerra, pero si la violencia; los 3 países se parecen hoy porque están en la agenda del Parlamento Europeo como una preocupación al grado de tomar una resolución que pronto estará como documento en el escritorio presidencial.
Es que las cifras son irrefutables, 7 periodistas asesinados desde que inició el 2022, en total suman 47 desde las elecciones del 2018, resultado de un tambaleante estado de derecho que provoca una impunidad de 95% en los casos de muertes de periodistas en el México de la 4ta Transformación, época inaugurada por decreto desde que Andrés Manuel López Obrador tomó protesta como presidente. Aunque, aquí si vale, voltear al pasado y encontrar la problemática ya se asomaba en sexenios anteriores, pero el discurso político actual aviva el fuego de una hoguera en la que caben todos, menos la delincuencia.
El escándalo ya es de nivel internacional, en semanas anteriores algunos representantes populares y altos funcionarios estadounidenses señalaron la calamidad, y hace muy poco, apenas este jueves 10 de marzo, el Parlamento Europeo incluyó en su sesión un punto de acuerdo que derivó en una resolución con 607 votos a favor, 2 en contra y 73 abstenciones, aprobándose emitir una solicitud al Gobierno de México para que garantice “la protección y la creación de un entorno seguro para periodistas y defensores de los derechos humanos”.
¿En qué basaron los eurodiputados su resolución? Para no salirse del guion, el Parlamento Europeo se tachará de intervencionista, golpista y conservador, faltaría que AMLO o sus feligreces dijeran que la culpa es de Calderón o que detrás de ello hay interese creados; las mismas pataletas. Lo duro y triste es que no hay fallo en los argumentos, el comunicado oficial del Parlamento Europeo nos recuerda que, a pesar de ser una herencia, “la situación se ha deteriorado desde las últimas elecciones presidenciales de julio de 2018: según fuentes oficiales”, y le da un llegue durísmo al presidente mexicano afirmando que “observa con preocupación las duras y sistemáticas críticas formuladas por las más altas autoridades del Gobierno mexicano contra los periodistas y su labor… en concreto, a la retórica populista del presidente López Obrador en sus conferencias de prensa diarias para denigrar e intimidar a periodistas independientes, propietarios de medios de comunicación y activistas”.
Y el tema se pone más delicado, pues no sería lógico que todo el sistema de representación popular de Europa, la UE en sí misma, se aventara al vacío asegurando que “las reformas constitucionales de los sistemas electoral y judicial, iniciadas por la administración de López Obrador, plantean dudas sobre la estabilidad del Estado de derecho y la seguridad jurídica y muestra inquietud ante una propuesta legislativa que busca limitar la participación cívica de las ONG con financiación extranjera”.
Son las consecuencias de gobernar con retórica y ser alabado por seguidores con mucha iniciativa y poder en todas las regiones de México, es el abuso de la estigmatización lo que el Parlamento Europeo plantea como parte de las razones por las que somos testigos de como se desprecia, confronta y violenta el trabajo periodístico y al gremio, sumándole a eso el tratamiento que se le da a las Organizaciones No Gubernamentales, al movimiento feminista; es la palabra que se vuelve poderosa en los oídos de la ignorancia, es el revolver el río cada mañana, y la ganancia es la impunidad.