El multimillonario Elon Musk, propietario de la compañía espacial SpaceX, se burló de Rusia tras la decisión de este país de no suministrar más motores de cohetes a Estados Unidos. La medida había sido anunciada por el jefe de la agencia espacial rusa (Roscosmos), Dmitri Rogozin, como reacción a las sanciones económicas impuestas por Occidente a su país por la invasión a Ucrania.
“En esta situación no podemos seguir suministrando a Estados Unidos nuestros motores para cohetes, que son los mejores del mundo. Que vuelen en sus escobas o con lo que sea”, había dicho Rogozin el 3 de marzo en la televisión estatal rusa.
Apenas horas después, Musk citó las declaraciones del funcionario ruso y escribió en Twitter “escobas estadounidenses” para describir un video del reciente lanzamiento de un cohete Falcon 9, cuya fabricación depende enteramente de su compañía en EE. UU.
SpaceX, la alternativa a los cohetes rusos
En los últimos años, SpaceX se ha vuelto una gran aliada de la NASA, ya que le proporciona cohetes y naves, como las Crew Dragon, para llevar a sus astronautas hacia la Estación Espacial Internacional (EEI). Antes del 2020, la agencia espacial de EE. UU. dependía de los cohetes rusos Soyuz para realizar esas misiones.
Los motores que hasta ayer Rusia le vendía a EE. UU. eran los RD-180, pieza principal del cohete Atlas-5, y el motor RD-181, que es utilizado por la primera etapa del cohete Antares. Ambos cohetes sirven para llevar al espacio cargamentos de la EEI o para importantes misiones a diferentes destinos del sistema solar.
No obstante, los cohetes Falcon 9 ya han demostrado una gran fiabilidad para realizar estas labores. Por ejemplo, en noviembre de 2021 impulsaron fuera de la Tierra a la nave DART, en la primera misión que tratará de desviar un asteroide.
Starlink, el internet de Elon Musk contra Rusia
Pero la rivalidad que Musk ha granjeado con Rusia no solo se ha fortalecido por sus cohetes, sino por lo que llevan.
El reciente lanzamiento descrito líneas arriba se trataba de un nuevo lote de satélites Starlink, que formarán parte de la red que ahora mismo le está dando internet a Ucrania y les permite a su población y funcionarios mantenerse conectados con el resto del mundo en plena guerra con Rusia.
En cada lanzamiento, SpaceX envía a la órbita terrestre medio centenar de satélites Starlink. Hasta ahora, ya hay más de 1.500 de estos instrumentos en funcionamiento. El objetivo de la compañía de Musk es poner en el espacio unos 30.000.
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