Herber Rafael Galán Contreras se convirtió en el primer detenido por ultrajes a la autoridad en obtener su libertad, luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró invalido el delito.
Herber Galán fue detenido el 8 de octubre del 2021 junto a su hermano José Antonio, después de que unos policías los acusaron de ultrajes a la autoridad.
Un juez los vinculó a proceso, y los envió a reclusión. Heber a Pánuco, a 463 kilómetros de la capital del estado, y a José Antonio a Tuxpan, a 260 kilómetros de donde son originarios.
Candy Grisel Barradas, cuñada de Herber Galán, dijo que su liberación fue posible luego de que un juez de distrito le concedió un amparo basado en la determinación de la SCJN, “la audiencia fue a las 11:00 de la mañana, y a las 15:00 horas ya estaba en libertad”.
Fue una audiencia ríspida, porque “los fiscales trataron hasta el último momento de retenerlo, dijeron que iban a apelar el amparo, y pedían dos meses más de investigación, aunque el delito ya estaba derogado (…) Afortunadamente la juez dijo que no, y se sujetó a lo que le ordenó el juez federal”.
Herber Galán llegó este viernes, a las 06:00 horas, a su casa, “llegaron con bien, ahorita está en su casa, descansando y asimilando todo esto, y la familia está feliz, gustosa de volver a verlo libre”.
Cementera, el pleito
Desde hace tres años, Herber Galán y su hermano José Antonio sostenían un litigio con la cementera de Apazapan, que indebidamente se adjudicó un terreno de los hermanos, y lo utilizaba como patio de servicio. El caso fue llevado ante un juez, que les dio la razón a los hermanos, dijo que el sitio en disputa no era paso de servidumbre, y ordenó a la cementera ya no usar el predio para su tránsito.
El 8 de octubre los hermanos fueron detenidos cuando realizaban trabajos en el predio de su propiedad. Los policías llegaron al terreno preguntando quién era el dueño, pidieron que presentaran documentos, “y cuando ellos se voltean para sacar los documentos, los detienen”.
Cuando fueron presentados en la delegación de Xico, las autoridades pretendían que firmaran una hoja en donde se inculpaba de haber sido detenidos con posesión de enervantes, “ellos se negaron, pero jamás imaginaron que cuando fueran presentados ante un juez, los policías inventarían una historia en donde los acusaron de haberlos agredido con machetes”.
Tras su vinculación a proceso, Heber fue trasladado a Pánuco, a 463 kilómetros, y José Antonio fue llevado a Tuxpan, a 260 kilómetros, de donde son originarios, “argumentando que eran peligrosos, y que alentaban a los presos a tener pleitos”.
La liberación de Heber Galán es un buen augurio para Candy Grisel Barradas, quien está a la espera de que en las siguientes horas su esposo José Antonio, también detenido por ultrajes a la autoridad, tenga la audiencia para obtener su libertad.
Candy Barradas describe los cuatro meses que su esposo y su cuñado estuvieron detenidos por ultrajes, como un periodo de sufrimiento y angustia, que llenó de ausencia el cumpleaños de una de sus hijas y las fiestas decembrina del 2021.
“Hemos pasado de todo en estos cinco meses, angustia, sufrimiento, daño psicológico, fue una afectación total, para ellos que estuvieron presos, como nosotros que estábamos afuera viviendo esta injusticia (…) para ir a verlos teníamos que gastar en pasajes, en comidas, ¿Eso quién nos lo repone?”.
La esposa de José Antonio dijo que por esta situación presentaron una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
AVC