“A la prensa se le paga o se le pega” Rafael Castillo Sugasti

Un debate en el Congreso Federal lo remató  la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz advirtiendo a sus adversarios, los senadores morenistas lo siguiente: acuérdense que los principales cuadros del gobierno de Morena, los que rodean al ex priista Andrés Manuel López Obrador, son ex priistas y ex panistas. O sea, gran parte de lo que escupen para arriba les cae en la cara.

Y en realidad tiene razón la panista, aquí lo hemos dicho infinidad de ocasiones, muchos de los funcionarios de Morena, de los aplaudidores del partido en el poder, vienen del PRI y del PAN.

Poco nos agrada hablar de lo que hemos vivido en nuestro trabajo como periodistas, uno de nuestros grandes maestros nos decía: cuando la noticia es un periodista es que no hay noticia, sin embargo consideramos que es tiempo de comenzar a revelar algunos incidentes que hemos vivido y que tienen que ver con el presente, sobre todo porque nos ha causado daño, no solo a quien escribe esta columna sino a todos los que forman el equipo de este prestigiado medio.

La línea crítica –así le llaman- que hemos tomado desde el inicio de nuestro trabajo hace más de cincuenta años, la hemos mantenido contra todo y contra todos los que se han encargado de tratar de demeritar lo que hacemos, no de aclarar o desmentir, no, de difamar o atacar desde el poder, de la manera más ruin que puede existir.

Eso de mercenarios, chayoteros, extorsionadores, ya lo hemos aclarado infinidad de veces: retamos a quien sea para que nos demuestre que alguna vez hemos incurrido en esas prácticas dignas de los peores representantes del periodismo. Qué de qué hemos logrado vivir con decoro?, de nuestro trabajo. El veinte por ciento de comisión por publicidad que nos pagaron en EL DICTAMEN el tiempo que trabajamos en ese importante medio, nos permitía obtener cuando menos treinta mil pesos mensuales, de esos que valían el equivalente al doble en nuestro tiempo. En el Sol Veracruzano, lo mismo, los reporteros vivíamos muy bien de las comisiones por publicidad que nos pagaban al cubrir nuestras fuentes de información.

Cuando llegaron los convenios, que incluían el pago global de todo tipo de materiales en el medio a cambio de una cantidad fija, los medios que no quisieron pagar comisiones fue porque sus propietarios se llenaron los bolsillos de dinero y los reporteros comenzaron a vivir en la desgracia.

Esos convenios incluían, en ocasiones, hasta las columnas y sus autores dependiendo de la autoridad moral que tenían aceptaban, o no, el trato. No aceptarlo implicaba poner un medio dentro de otro, es decir, si alguien quiere un comentario favorable que lo pague. Y aquí es donde nace lo del “chayote” que es una lana a cambio de un comentario en la columna que se presta a esas prácticas.

Cuando comenzaron las campañas del 2018 para la presidencia de la república y algunos gobiernos, entre ellos el de Veracruz, nos presentaron a un personaje de la vida político delictiva de Veracruz, un fidelista de nombre Rafael Castillo Sugasti.

Rafa una pieza clave del morenismo

Según nos lo platicó en su casa de la ciudad de México el mismo Fidel Herrera Beltrán, ex gobernador de Veracruz, Rafa era su incondicional. Lo conoció junto con Vicente Benítez en una Universidad de Chile a donde Fidel fue a impartir una conferencia y, al concluir, se le acercaron Rafael y Vicente y se presentaron. Al enterarse Fidel Herrera del origen veracruzano de estos jóvenes de inmediato los invitó a participar en su proyecto: cuando terminen sus estudios me buscan, los voy a necesitar, les habría dicho Fidel.

Y tal cual, así fue. Coincidió que la conclusión de los estudios de postgrado que estaban haciendo en Chile, empataba con el arranque de la precampaña de Fidel rumbo a la gubernatura de Veracruz, ambos personajes viajaron al estado, buscaron a Fidel y se pusieron a sus órdenes; a Vicente Benítez lo mandó Fidel con Javier Duarte a la secretaría de Finanzas del CDE del PRI y a Rafa le pidió unos días para ubicarlo.

Debemos reconocer que Fidel tenía un olfato muy desarrollado para detectar quién era quien en la vida y en la política. “Veinte años me llevó estudiar la conducta humana para entenderla” nos comentó un día don Fernando Gutiérrez Barrios, otro político profesional, porqué a Fidel le vamos a negar la facultad de adivinar las verdaderas intenciones de quienes se le acercaban.

Total que a Rafael Castillo, Fidel no lo apoyó y en su desesperación el ahijado de José Luis Poceros, le pidió lo que fuera al entonces gobernador quien lo hizo presidente del Comité Municipal del PRI en Xalapa, donde estuvo mucho tiempo sin hacer nada solo proyectos, pero cobrando una buena suma de dinero.

Un par de meses después de que Fidel Herrera dejó la gubernatura nos invitó a desayunar a su casa en la ciudad de México, para platicar sobre algunos asuntos que le interesaban: ahí te mando una persona que te va a traer a mi casa desde Xalapa y aquí nos vemos, nos dijo, solo que esa persona era el mismísimo Rafa Castillo cuya apariencia intimida, su hueca voz amedrenta, su actitud arrogante confirma su ausencia de escrúpulos y confirma el perfil real de este personaje con quien decidimos no hacer el viaje y llegar por nuestros medios a la casa del ex gobernador.

Aquí te manda Poo esta lana

Pasa el tiempo y nos invitan a participar en la grabación de un programa de televisión por Internet, con dos compañeros más, y sin saber de dónde aparece este señor Rafael Castillo. Viene únicamente a invitarnos a desayunar con el alcalde de Veracruz Ramón Poo Gil, invitación que aceptamos poniéndonos de acuerdo con su enviado y quince días después vuelve a aparecer con sobres conteniendo fuertes sumas de dinero, que nos mandaba su alcalde en agradecimiento por haber estado en el mentado desayuno. Esta entrega la hace hasta que lo corren del cargo de Secretario Particular del alcalde Ramón Poo, acusado de acoso por una joven secretaria de la comuna.

Trasciende que el compañero de banca de Vicente Benítez tenía un a constructora dada de alta en la comuna del puerto y que cobraba, por trabajos que obviamente no realizaba cantidades millonarias de dinero.

La historia de latrocinios de este personaje es muy larga, toda llena de actos de corrupción, tráfico de influencias, acoso sexual y además que don Rafael Castillo Sugasti, una de esas lacras que salieron del PRI y que encontraron alojo en el gobierno de la Cuarta Transformación, al amparo de Eric Cisneros, el señor se dedicó a dar patadas en el trasero a los trabajadores de la secretaría de Gobierno que les estorbaban y que debían despedir. El tipo se sentía periodista, escribía la columna Red Room, pero los morenos apantallados por Rafael le dieron el cargo de director general del Instituto Veracruzano de Desarrollo Municipal del Gobierno del Estado de Veracruz.

Hasta el momento su principal aportación al gobierno de la cuarta es haber recomendado al secretario de Gobierno aplicar la máxima de “a la prensa se le paga, o se le pega”, lo que han practicado al pie de la letra.

Solo nos faltó comentar que Rafael Castillo tiene, en una de sus residencias de Las Animas, un estudio para gravar videos en cuya entra cuelga una máscara del personaje “Anonimus”. Cuando la vimos le preguntamos: Oye Rafa, para qué quieres esta máscara. La respuesta contundente fue… Para cuando haga falta. En nuestro caso ya la ha usado en dos ocasiones.

Reflexión

“No vamos a permitir transas, por aquí la corrupción no pasará. Tenemos el objetivo de dejar un organismo fuerte, porque el agua significa calidad de vida y con la CMAS no se juega”, dijo ayer el alcalde Ricardo Ahued Bardahuil.

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