Apenas el telón de terciopelo se abrió, Jesús Rodríguez Alarcón, en la batería, hizo el conteo con sus baquetas, y las notas musicales de Sueños comenzaron a fluir. En el foro, acomodados en sus butacas, estudiantes, músicos, admiradores del jazz, se dispusieron a seguir la música.
Eran las 19:11 horas del jueves 24 de febrero, y en la sala Emilio Carballido del Teatro del Estado, arrancaba la presentación del disco Cronologías, el primer material discográfico de la Xalapa Jazz Orchestra, integrada por Arturo Caraza Orozco, saxofón alto; Alejandro Bustos González, saxofón tenor; Jakub Dedina, trombón; Luis Rodríguez Dorantes, piano; Jorge Gamboa, contrabajo; y Jesús Rodríguez Alarcón, batería.
Sueños, una composición del pianista Luis Rodríguez Dorantes, abrió la velada. Luego siguió “Soltar”, de Edgar Dorantes, y enseguida “Arcoíris de Cristal”, composición de Lucio Sánchez y arreglo de Jakub Dedina.
“Muchas gracias por acompañarnos en este concierto muy importante y significativo para nosotros. Es el sexto aniversario de Xalapa Jazz Orchestra, ahora en formato de sexteto, que se originó a partir de la pandemia, como una forma de reinventarnos, y de seguir expresándonos”, dijo Jesús Rodríguez Alarcón, baterista.
Rodríguez Alarcón compartió con el público que Cronologías reúne las composiciones de los integrantes del ensamble con “músicos que han formado y forman parte de la escena del jazz en nuestro estado, y que han sido importantes por su música y lo que han aportado al movimiento”.
La poesía en escena
La velada continuó con Mr. Kenny, un homenaje de Alejandro Bustos al saxofonista Kenny Gorelick. La pieza fue bien recibida por el público, que no pudo evitar tamborilear los dedos de las manos en sus piernas, o imitar en el aire los movimientos del trombón.
Pero uno de los momentos estelares de la noche fue cuando la poesía apareció en escena a través de Valentina Marentes, quien hizo los arreglos y dio voz a Era la luz de abril, un poema de Themis Ortega.
“Esta pieza es un claro ejemplo de lo que quiere ser Cronologías, además de reunir a varias generaciones musicales, vincula la música con otras artes. Era la luz de abril, fue musicalizado por Guillermo Cuevas, uno de los mayores exponentes musicales que ha tenido Xalapa, y Valentina Marentes hizo el arreglo para este sexteto”, dijo Alejandro Bustos.
La voz de Valentina Marentes y el acompañamiento de la Xalapa Jazz Orchestra fue irresistible para los asistentes, y más de uno sintió la necesidad de sacar el móvil del bolsillo para tratar de atrapar el momento.
Calvario-estación
La siguiente parte del concierto fue uno de los diálogos más claros entre las influencias externas con elementos del entorno xalapeño.
Primero los asistentes escucharon “To Chick”, una pieza de Angélica Alamillo en homenaje a Chick Corea, un pianista y compositor estadounidense –fallecido a los 79 años, en 2021–, que sentó las bases del jazz-rock, alternó lo acústico y lo eléctrico, y acercó las músicas latinas al jazz norteamericano.
Según los expertos en apreciación musical, Chick Corea hacía “música increíblemente arriesgada”. Y arriesgado fue lo que hizo Arturo Caraza al presentar “Calvario-estación”, una pieza musical que lleva el nombre de una ruta de camión, que solía atravesar Xalapa, y que “busca recrear musicalmente el trayecto de este autobús”.
Más de alguno de los presentes sintió que las notas agudas que salían del saxofón emulaban con claridad el sonido de las balatas de ese autobús –¿Y qué estudiante en Xalapa no tomó un Calvario-estación?–.
“Count blues”, una composición de Jesús Rodríguez, fue la pieza de cierre de la presentación de Cronologías.
“La presentación de un disco siempre será una buena noticia, porque es el resultado de muchas voluntades y esfuerzos materializados en la música. Es un privilegio habitar esta ciudad atravesada por el arte”, habría dicho el presentador antes de comenzar el evento, y a estas alturas, los asistentes parecían darle la razón.
Con la pieza “Count blues” de fondo, el público despidió a los músicos, uno por uno, con fuertes aplausos. Y así como se abrió, el telón de terciopelo se volvió a cerrar.
AVC