El cierre del beneficio de café de Agroindustrias Unidad de México (AMSA) tras la quema de sus instalaciones, generó un efecto bumerán para los productores, pues los precios se desplomaron, desde el pasado 20 de enero, cuando el problema inició.
Arturo Osorio, de la comunidad El Bajío en Córdoba, quien desde hace más de dos décadas es comprador intermediario, pero también productor de café, revela que el beneficio de AMSA procesa diariamente 400 kilos de café y al cerrar no se pudo comprar a los cafetaleros, quienes tuvieron que buscar otras opciones.
El productor, que monitorea diariamente los precios que se publican en la Comisión de Vigilancia de Precios, basados en cálculos de la Bolsa de Nueva York, asegura en la región los precios iban desde los 13 a los 15.50 pesos el kilo de café cereza, y el más alto lo paga el beneficio de AMSA, porque compra a productores certificados en sus prácticas de cultivo y cosecha.
Al cerrar el beneficio, indicó, los productores se quedaron sin comprador, lo que fue aprovechado por intermediarios y coyotes para bajar el precio hasta los13 pesos, es decir, casi tres pesos abajo del precio.
“Los productores no tuvimos alternativa, porque estábamos a mitad de la cosecha, entonces vendimos barato lo que dejó pérdidas económicas graves, cuando pensamos que iba a ser una buena cosecha con precios de hasta 16 pesos el kilo”, contó.
Antonio Mata, otro productor de Ocotitlán quien cosecha más de 100 toneladas durante la temporada, lamenta que no pudo cortar su café a tiempo.
“Por el conflicto no pudimos cortar el café a tiempo, entonces se maduró en la planta y cuando esto pasa el café se deshidrata, se procesa, pero ya es café de mala calidad”, explicó y expuso que es tan mala la calidad del café que no se podrá vender, por lo que como en otras ocasiones, se podría intercambiar por trastes de plásticos en el mercado del pueblo, en una especie de trueque.
Antonio vendió el auto de la familia para completar la inversión para la cosecha de este año cuando los precios eran históricos, de hasta 16 y 18 pesos el kilo de cereza. La idea era que al terminar la cosecha pudieran comprar un mejor automóvil.
“Pero ahora todos esos planes se fueron abajo, tengo deudas con los cortadores, porque haya o no ganancias, el café se debe de cortar, es triste porque teníamos muchas esperanzas”, se quejó.
Los cafetaleros reclaman que incluso algunos productores que se manifestaron para exigir precios de hasta 17 pesos, como es el caso de Minervo Cantor, después fue intermediario y compró a precios de 13 pesos y fiado, lo que les parece desleal.
“Yo tengo tiradas cinco toneladas de café y de eso no me voy a recuperar en varias cosechas”, finalizó.
AVC