La adolescencia es una de las etapas más conflictivas de la vida, ya que es cuando más rebeldes se encuentran los jóvenes, sobre todo a la hora de dormir, que es cuando la mayoría de los adolescentes se la pasan pegados a los teléfonos móviles, computadoras, televisiones o consolas de videojuegos; sin embargo, dormir poco podría tener riesgos en la salud debido a que durante este momento experimentan grandes cambios físicos, psicológicos, emocionales y sociales. Por lo menos deberían dormir entre ocho y nueve horas.
La falta de sueño en los adolescentes podría tener consecuencias negativas en el crecimiento y el desarrollo, así como en el desempeño académico y en las relaciones sociales. De acuerdo con una investigación realizada por la Universidad Brigham Young en el Cincinnati Chillaren Hospital Medical Center, la falta de sueño podría derivar en obesidad, sobrepeso y demás enfermedades cardio metabólicas entre los adolescentes, ya que sus hábitos alimenticios empeoran cuando duermen menos.
“La reducción de las horas de sueño aumenta el riesgo de que los adolescentes coman más carbohidratos y azúcares añadidos y tomen más bebidas azucaradas que cuando duermen una cantidad de horas saludable”, afirmó la Dra. Kara Duraccio, profesora de psicología clínica y autora del estudio.
Patrones de sueño de los adolescentes estudiados
La investigación publicada en la revista médica SLEEP , analizó los patrones de sueño y alimentación de 93 adolescentes en dos diferentes situaciones de sueño: Sueño corto (dormir seis horas y media por noche cada semana) y sueño saludable (dormir nueve horas y media cada noche durante una semana).
Los investigadores midieron la ingesta calórica, el contenido de macronutrientes, tipos de alimentos y la carga glucémica de los alimentos consumidos por los adolescentes. Con base en ello, los resultados mostraron que cuando los jóvenes duermen menos consumen más alimentos que aumentan el azúcar en la sangre, así como aquellos con alto contenido de carbohidratos y azúcar añadido o bebidas azucaradas. Las diferencias aparecían en las primeras horas de la noche (21 horas). Sin olvidar que aquellos adolescentes que dormían menos consumían menos frutas y verduras durante el día.
“Lo interesante es que dormir menos no hizo que los adolescentes comieran más; ambos grupos consumieron aproximadamente la misma cantidad de calorías. Pero dormir menos hizo que los adolescentes comieran más comida basura”, añade Duraccio. “Sospechamos que los adolescentes cansados buscan ráfagas rápidas de energía para mantenerse activos hasta que puedan irse a la cama, por lo que buscan alimentos ricos en carbohidratos y azúcares añadidos”.
Los mismos resultados arrojaron que aquellos jóvenes que dormían menos consumían 12 gramos extra de azúcar por día. La mayoría de los adolescentes no duermen lo suficiente durante las 180 noches de un año escolar, por lo 12 gramos adicionales de azúcar añadido por día suponen más de 2 kilos de azúcar adicionales cada año.
Consejos para que duerman mejor
- Acordar una rutina para que procuren dormirse a la misma hora todos los días.
- Establecer un menú en el que la cena no se realice antes de dormir y que no contenga azúcares o grasas saturadas.
- Procurar que no ingieran bebidas estimulantes antes de dormir.
- No se recomienda hacer ejercicio físico vigoroso antes de dormir.
- Evitar que vayan a la cama con dispositivos móviles o que tengan las pantallas encendidas.
- Enseñarles técnicas de relajación y respiración que les ayuden a conciliar el sueño.
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