El estrés, el miedo y la incertidumbre que genera la pandemia del COVID-19 también han afectado considerablemente a niños y adolescentes, evidencia de ello es que el índice de suicidio en México alcanzó una cifra récord de 1,150 casos, lo que implica un aumento del 12 por ciento comparado con 2019.

De acuerdo a datos del informe “Impacto de la pandemia en niñas y niños”, el suicido de niños entre 10 y 14 años, aumentó 37 por ciento; y los de adolescentes de 15 a 19 años, 12 por ciento. De esta forma, entre 2018 y 2020, el pensamiento suicida aumentó del 5.1 por ciento a 6.9 por ciento; y su conducta suicida, del 3.9 por ciento a 6 por ciento.

Para los expertos, estas cifras son alarmantes y recalcan la idea de que el suicidio en niños y adolescentes no es un fenómeno aislado del resto de los problemas sociales y familiares, es decir, con el confinamiento de la pandemia otras cuestiones como la pobreza y la falta de oportunidades se agudizaron.

Por si esto fuera poco, durante la pandemia, muchos niños y adolescentes perdieron un padre o una madre a causa de la COVID-19 , así como el sustento económico, la escuela y claro, los vínculos con amigos y compañeros.

Cómo identificar la depresión en niños y adolescentes

A casi dos años de la pandemia en el país, los efectos físicos y emocionales siguen siendo considerables, por ello es importante hablar con sus hijos sobre cómo se sienten. Es normal que durante el confinamiento ellos se puedan sentir desesperanzados, ansiosos, enojados e incluso tristes.

Sin embargo, si estos sentimientos son constantes y abrumadores, si afectan la capacidad de su hijo para poder disfrutar o seguir haciendo lo que normalmente, estos pueden ser signos de que necesitan apoyo.

Además se debe considerar que para los niños pequeños es complicado hablar sobre sus sentimientos, por eso es vital observar si tiene cambios de comportamiento o desarrollo. Mientras que los adolescentes podrían esconder su sentir por miedo o vergüenza.

Sin duda los síntomas para detectar la depresión entre niños y adolescentes pueden ser muy variados, ya que cada persona es diferente, pero existe una guía que puede ayudar a que los padres la identifiquen y acudan con un profesional de la salud.

Signos de depresión en niños pequeños

  • Ansiedad de separación, ahora parece más apegado y retraído, incluso tiene miedo a socializar o de salir a explorar.
  • Comportamiento agresivo.
  • Dificultad para conciliar el sueño, o bien, se despierta más durante la noche.
  • Golpea, muerde o tiene berrinches con más frecuencia o más intensos.
  • Irritabilidad, los llantos son más frecuentes y es más difícil consolarlo.
  • Moja la cama después de haber aprendido a ir al baño.
  • Problemas de alimentación: náuseas y vómitos, estreñimiento o heces blandas (diarrea) o dolor de estómago.

Signos de depresión en niños y adolescentes

  • Se alejan de relaciones personales tanto con amigos y familiares.
  • Cambios en el estado de ánimo: irritabilidad, desesperanza, furia, ira; así como conflictos frecuentes con gente que los rodea.
  • Cambios en la apariencia y/o falta de higiene básica.
  • Dificultad para dormir o hacerlo a todas horas, según sea el caso.
  • Falta de interés en sus tareas escolares y una decaída en su esfuerzo académico.
  • Incremento en comportamientos riesgosos o imprudentes, como el consumo de drogas o alcohol.
  • Pérdida de interés en las actividades que disfrutaba antes.
  • Pensamientos sobre la muerte o el suicidio.
  • Problemas de memoria, de razonamiento o concentración.
  • Trastornos alimenticios y cambios de peso, ya sea comer todo el tiempo o nunca tener hambre.
  • Sin duda, la depresión es un problema grave de salud, ya que si se presenta de manera recurrente y en una intensidad moderada o severa puede conducir al suicidio.

Si se tiene la sospecha de que su hijo puede estar en esta situación, lo mejor es buscar ayuda profesional, ya que solo un especialista hará el diagnóstico oficial e indicará el tratamiento adecuado.

ADN40

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