La historia nacional y también la de Veracruz registran que, en política, no hay amistades ni enemistades para siempre. Tampoco las lealtades.

Ahí está, por ejemplo, el caso del general Lázaro Cárdenas, que una vez que asumió la Presidencia de la República exilió a Plutarco Elías Calles –el militar sonorense que en realidad se llamaba Francisco Plutarco Elías Campuzano–, quien después del 30 de noviembre de 1928, tras concluir su mandato presidencial, controló a sus sucesores hasta 1934, periodo conocido como el Maximato debido precisamente a que lo llamaban Jefe Máximo de la Revolución.

Más recientemente, en 1994, Ernesto Zedillo rompió con su antecesor Carlos Salinas, quien tras el encarcelamiento de su hermano Raúl tuvo que irse a vivir a Irlanda.

En Veracruz, en 2018, el ex gobernador Dante Delgado decepcionó a la mayoría de sus ex colaboradores y a miles de correligionarios por aliarse con el PAN, que en el estado postuló al primogénito del mandatario panista saliente Miguel Ángel Yunes Linares, quien en diciembre de 1996, como secretario de Gobierno, había operado el encarcelamiento del fundador del partido Convergencia por la Democracia –ahora Movimiento Ciudadano– y cuatro años antes había iniciado una feroz persecución en contra de varios ex funcionarios dantistas.

Este sábado, en reacción al Movimiento por la Justicia que ese mediodía encabezó Delgado Rannauro frente a Palacio de Gobierno, el coordinador de los diputados locales de Morena, Juan Javier Gómez Cazarín, difundió en sus redes sociales un video en el que arremetió en contra del dirigente nacional del partido naranja, reprochándole que no conoce la dignidad y la lealtad, y que prueba de ello es que fue encarcelado en Pacho Viejo en 1994 por Yunes Linares.

Pero, en parte, fue gracias a la forzada alianza de Dante con el PAN en la sucesión de 2018 tras su distanciamiento con Andrés Manuel López Obrador –a quien primero Convergencia y luego Movimiento Ciudadano apoyaron sus candidaturas presidenciales en 2006 y 2012–, que el actual gobernador de Morena, Cuitláhuac García, logró vencer al junior de Miguel Ángel Yunes con una ventaja de aproximadamente 200 mil votos, la mayoría de los cuales fueron de militantes decepcionados de MC y de grupos del PRI que no percibieron condiciones favorables de ganar, y hasta del propio partido blanquiazul resentidos con el yunismo.

“Te aprovechaste de Movimiento Regeneración Nacional, porque hasta el águila de Morena te robaste”, le recriminó Gómez Cazarín, pero Movimiento Ciudadano, anteriormente Convergencia, modificó sus documentos, cambio de nombre y logotipo, los cuales fueron aprobados por el entonces Instituto Federal Electoral en octubre de 2011, dos años antes del surgimiento y registro del partido obradorista.

Otra que se lanzó en contra del senador y dirigente nacional de Movimiento Ciudadano fue la diputada  federal de Morena por Coatzacoalcos, Flora Tania Cruz Santos, quien publicó en Twitter: “Las acciones y mentiras de @DanteDelgado no son más que intentos golpistas para desestabilizar al gobierno de Veracruz y desprestigiar el gran trabajo que realiza @Cuitláhuac GJ. No cabe duda está desesperado porque nadie lo recuerda en Veracruz ni a su partido”.

Pero la legisladora sureña, ahora morenista, se llevó un sopapo en esa red social, pues un tuitero identificado como Jesús David Galicia Mollinedo le refrescó la memoria: “No sé si nadie se acuerde, pero yo sí me acuerdo que usted fue candidata a diputada federal en el 2015 por MC…”

Pérez Astorga y Dante

Por cierto, hablando de ingratitudes y deslealtades.

¿Qué sentirá Dante Delgado que el senador de Morena, Ernesto Pérez Astorga, hijo de su entrañable amigo, el fallecido empresario Ernesto Pérez Villarreal, no apoye su Movimiento por la Justicia ni haya respaldado tampoco la Comisión Especial que presidió, la cual se había creado en el Senado para investigar abusos de autoridad y violación de derechos humanos en Veracruz tras la detención de José Manuel del Río Virgen, secretario técnico de la Junta de Coordinación Política de la Cámara alta del Congreso de la Unión, a quien la Fiscalía General del Estado le atribuye la autoría intelectual del asesinato de Remigio Tovar, el candidato de Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Cazones de Herrera ejecutado dos días antes de las elecciones municipales del 6 de junio pasado?

Y es que vaya que, como gobernador, Delgado Rannauro fue sumamente generoso con el padre de Pérez Astorga, quien siempre quiso ser presidente municipal de Xalapa pero nunca pudo concretar su aspiración ya que siempre tuvo el veto del poderoso dueño del periódico local más influyente debido a que no era nativo de la capital veracruzana ni del estado. Sin embargo, en su cuatrienio 1988-1992, Dante lo promovió como presidente de la H. Junta de Mejoras y a través de él hizo una gran cantidad de obra pública en la ciudad, lo que le valió al ex mandatario sustituto la enemistad del alcalde Guillermo Zúñiga Martínez, quien pese tener el apoyo político del gobernador con licencia Fernando Gutiérrez Barrios, a la sazón secretario de Gobernación, se quejaba de que Delgado le retenía las participaciones federales.

¿Y Claudia Balderas?

La que finalmente no llegó al evento convocado este sábado por Dante Delgado fue la senadora plurinominal de Morena, Claudia Esther Balderas Espinoza.

 

Y es que, el día anterior, otros personajes invitados a la presentación del Movimiento por la Justicia aseguraban que la legisladora oriunda de Minatitlán había confirmado su asistencia.

Pues no se presentó. ¿Acaso le habrán dado un apretoncito? Es posible y tienen con qué.

Recuérdese que el 25 de enero de 2020, la senadora Balderas cobró notoriedad mediática al ser detenido por agentes de policía de la Ciudad de México –donde gobierna Claudia Sheinbaum, aliada política del gobernador Cuitláhuac García– un hombre que manejaba su camioneta, de nombre Mario Espinoza Zetina, el cual había impactado a un agente policial en calles de la Colonia Roma. Al ser detenido, se identificó como asesor de la legisladora y se le localizó polvo blanco parecido a la cocaína. Al final no se levantaron cargos y quedaron en libertad.

​Sin embargo, al hacer pública su versión de los hechos, Claudia Balderas manifestó no haber cometido ningún delito, sino que, al contrario, aseguró haber sido agredida por la policía, por lo que solicitó el deslinde de responsabilidades. También negó que Mario Espinoza fuera su asesor o trabajara con ella, manifestando que solamente la acompañaba.

Pero, posteriormente, versiones periodísticas aseguraron que Espinoza sí había laborado como asesor de la senadora de Morena, al menos hasta diciembre de 2019.