Se sabía que las bacterias intestinales necesitan vitamina B12, pero una nueva investigación muestra que estas bacterias transfieren genes a través del «sexo» para adquirir sus vitaminas. Los microbios intestinales beneficiosos comparten la capacidad de adquirir este preciado recurso entre sí a través de un proceso llamado «sexo bacteriano».

Científicos de la Universidad de California en Riverside, Estados Unidos, han logrado describir con precisión el mecanismo mediante el cual las bacterias que componen la microbiota intestinal practican “sexo” para obtener vitamina B12, que es vital para su funcionamiento. Las bacterias comparten la habilidad de adquirir vitamina B12 a través de genes, gracias a un proceso semejante al acto sexual.

De acuerdo a una nota de prensa, el mecanismo implica que una célula forme un tubo llamado sex pilus, a través del cual el ADN puede pasar a otra célula, de un modo similar al intercambio que se produce entre dos seres humanos que practican sexo. Los científicos conocen este proceso desde hace décadas, dada su capacidad para transferir los denominados «genes saltarines» o transposones entre organismos, o sea secuencias de ADN que pueden moverse y generar mutaciones y cambios en el código genético.

Nuevas funciones

Sin embargo, hasta el momento se sabía que el “sexo bacteriano” era una herramienta para que las células bacterianas logren mantenerse vivas cuando las personas ingieren antibióticos. Ahora, el nuevo estudio publicado recientemente en la revista Cell Reports ha logrado verificar que dicho proceso no es útil solamente para la resistencia a los antibióticos. Por el contrario, el intercambio horizontal de genes entre los microbios probablemente se utilice para múltiples mecanismos que aumentan su capacidad de supervivencia, incluyendo el intercambio de vitamina B12.

Vale recordar que la comunidad bacteriana presente en el intestino humano no es la única forma de vida que necesita imperiosamente de la vitamina B12 para desarrollar sus procesos básicos: la mayoría de los tipos de células vivas no pueden funcionar sin ella, por eso existe una fuerte competencia en la naturaleza para adquirirla. Al parecer, las bacterias intestinales han evolucionado hasta diseñar un proceso genético que les permite obtener vitamina B12 y transmitir su capacidad a toda la comunidad.

Interacciones e intercambios

Según el líder del grupo de investigadores, el microbiólogo Patrick Degnan, los especialistas pudieron comprobar la efectividad de este proceso tanto en el tubo de ensayo como en las bacterias intestinales presentes en roedores. En principio, mezclaron bacterias que podían transportar B12 y otras que no, apreciando como se generaba una interacción que hacía posible la formación del canal gracias al cual las bacterias con vitamina B12 transmitían al resto su capacidad. Luego del experimento, identificaron que las bacterias que antes no podían transportar B12 todavía estaban vivas y habían adquirido los genes que les brindaban esa habilidad.

Posteriormente, al examinar el genoma completo de las bacterias comprobaron los cambios producidos. En un organismo se pueden observar bandas de ADN, que son como huellas dactilares. Los receptores de los genes transportadores de vitamina B12 tenían una banda adicional, correspondiente al nuevo ADN que habían obtenido de un “donante”. En consecuencia, la nueva habilidad había quedado “impresa” en su código genético.

Es importante tener en cuenta que la comunidad bacteriana presente en el intestino humano y su estado saludable es un aspecto crucial para la armonía de nuestro organismo. El integrante de la microbiota intestinal analizado en este estudio es la variedad Bacteroides, que reside en el intestino grueso y está encargada de descomponer los carbohidratos complejos para obtener energía.

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