Tramos empinados de terreno resbaladizo, escalones altos que requieren grandes zancadas, pedregales sobre los que resulta difícil mantener el equilibrio y senderos forestales llenos de raíces en los que es fácil tropezar. Así es la ruta para subir por el monte Etzel, en el extremo sur del lago de Zúrich.

A pesar de todos estos obstáculos, ANYmal, un robot cuadrúpedo del Laboratorio de Sistemas Robóticos del Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zúrich, supera los 120 metros verticales sin esfuerzo en una caminata de 31 minutos. Eso es 4 minutos más rápido que la duración estimada para los excursionistas humanos, y sin caídas ni tropezonas.

Esto es posible gracias a una nueva tecnología de control, creada por el equipo del robotista Marco Hutter en el citado instituto.

Gracias a esa tecnología, el robot ha aprendido a combinar la percepción visual de su entorno con la propiocepción derivada de su sentido del tacto en el contacto directo de sus patas con el suelo. Esto le permite enfrentarse a terrenos abruptos con mayor rapidez, eficacia y, sobre todo, solidez.

En el futuro, ANYmal podrá utilizarse en cualquier lugar que sea demasiado peligroso para el ser humano o demasiado intransitable para otros robots, por ejemplo sobre los escombros tras un terremoto, en una zona contaminada a raíz de un accidente nuclear o en un incendio forestal.

Hutter y sus colegas exponen los detalles técnicos de la habilidad de ANYmal en la revista académica Science Robotics, bajo el título “Learning robust perceptive locomotion for quadrupedal robots in the wild”.

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