Xalapa, Ver.- Para promover y fortalecer el desarrollo cultural comunitario, desde 2015 el Taller de Arte Popular (TAP) abrió sus puertas para formar a personas interesadas en los conocimientos ancestrales dentro de las disciplinas de la alfarería, la talla de madera, la orfebrería y el manejo de la cartonería y el papel maché.

El TAP cuenta con un espacio construido de casi 500 metros cuadrados que alberga una explanada, tres aulas didácticas, siete talleres, un horno para cerámica, sanitarios, áreas verdes, escalinatas y rampas para brindar servicio a personas de todas las edades.

Transformar materiales desde el exterior y personas desde el interior.

Octavio López Zaragoza, titular del taller de talla de madera, labora en el TAP desde 2015 en que se fundó y, desde entonces, ha mostrado a muchas personas cómo convertir una pieza de madera en una máscara tradicional de carnaval.

Originario de Coyolillo, Veracruz, el maestro enseña lo que hay detrás de estas máscaras, la tradición que respalda un trabajo de años dentro de las culturas originarias de la región, pero también se tiene el propósito de generar empleo, que la gente aprenda un oficio que les pueda representar un ingreso extra.

Explica que dentro de la tradición existen máscaras de diablo, toro, chivo, viejito, etcétera, para que el nuevo artesano elija en qué se quiere convertir, figurativamente. “Se trata de enseñar a hacer la máscara, pero también a conocer todo lo que hay detrás. La máscara es la transformación de la persona”.

Este taller se imparte a personas de 12 años en adelante. Es gratuito y se cuenta con material y las herramientas necesarias.

Jeanet García Sánchez, especialista en cartonería y papel maché, detalla que en su asignatura se aprenden técnicas de manejo de alambrado, elaboración de engrudo y el reciclaje de materiales para elaborar máscaras tradicionales, figuras decorativas como alcancías o Catrinas, e incluso piñatas.

Dice que aunque el curso se enfoca a la tradición cultural, las habilidades obtenidas se pueden aplicar para desarrollar cualquier cosa que la persona prefiera para obtener ingresos que mejoren su calidad de vida.

En el taller de orfebrería, a cargo de la maestra Becí Chávez Razo, se aprende a trabajar el cobre como el mejor metal para iniciarse en esta actividad y obtener conocimientos con la intención de desarrollar habilidades para el autoempleo.

Con varios años de trayectoria, la maestra explica que la orfebrería es el arte de transformar los metales, una labor que en México data de la época prehispánica, teniendo a los Mexicas como una de las primeras civilizaciones en crear aleaciones de oro y plata.

Afirma que las clases que aquí se imparten se enfocan a la elaboración de figuras de ornato de plata, cobre y aluminio, y joyería producidas a través de técnicas como la forja al rojo vivo, calado, repujado, cincelado y vaciado de metales, especialmente el aluminio, material que cuenta con un bajo punto de fusión para su formación en moldes de yeso.

Expone que el taller fomenta el reciclaje al laborar en láminas de aluminio obtenidas a partir de latas de refresco y algunas herramientas con base en clavos comunes.

“Además de elaborar las distintas piezas, lo que hacemos aquí es descubrir el talento que hay en cada uno de los alumnos”.

Aprovechando el talento local para exponer y comerciar

Mayra Janeth Grajales Zavaleta es una artista gráfica, tatuadora y escultora con experiencia en la elaboración de piezas de plastilina epóxica, que aprovechó vivir cerca del taller para ampliar sus conocimientos y habilidades.

Entre junio y diciembre de 2021 se tomó unas horas al día para asistir a clases de alfarería en el TAP, donde perfeccionó las técnicas que ya conocía para elaborar figuras de barro que hoy formarán parte de algunas exposiciones organizadas por la Dirección de Cultura del Ayuntamiento.

“Quiero agradecer a la autoridad municipal por poner un espacio como éste a disposición de la ciudadanía para que tenga la oportunidad de explorar su creatividad de forma gratuita”.

Explica que se trata de un inmueble bien equipado para que las personas experimenten actividades artísticas en horarios accesibles y con maestras y maestros expertos en sus áreas: “Es una satisfacción que genera muchas situaciones que traen alegría a quienes laboran y participan”.

Considera que participar en actividades como las que aquí se ofrecen, es una manera de escapar de la rutina diaria y trabajar en la salud mental y emocional.

“En mi primer acercamiento conocí el barro, un material que era nuevo para mí, pero espero que en un segundo curso pueda elaborar piezas para la venta, como un ingreso extra”.

Poniendo los saberes ancestrales al alcance de cualquiera

En el taller de alfarería, encabezado por el maestro con 27 años de experiencia, Héctor Alarcón Gómez, las personas pueden aprender todo sobre el proceso para trabajar el barro, desde su transformación en masa maleable, hasta su configuración como utensilio o adorno, y la cocción en horno que lo convertirá en una duradera pieza final.

“Este es un arte con más de 300 años de historia en la congregación Chiltoyac que la gente puede conocer para entender lo que significa ser un artista”.

El maestro aclara que a este taller se puede llegar sin conocimiento alguno, pues el objetivo es enseñar esta actividad desde el inicio y despertar las habilidades que cada quien tiene.

Por ello, agradece al Ayuntamiento por ofrecer un espacio adecuado como éste para transmitir conocimientos y tradiciones ancestrales a quien lo desee. Para ello se cuenta con equipo de calidad, como el horno industrial que se utiliza para finalizar una pieza de barro con o sin la aplicación de esmaltes, mediante una cocción de los 600 a 650 grados centígrados.

El TAP se encuentra ubicado en la calle El Rosal número 11, colonia Higueras. Fue construido con apoyo del Programa de Recuperación de Espacios Públicos y fondos federales entregados a través del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta). En este momento ofrece talleres los lunes, miércoles y viernes de 10:00 a 12:00 y de 13:00 a 15:00 horas.