La desinformación sobre las vacunas contra el COVID está llegando al extremo de que hay personas que venden “leche sin vacunar” en Facebook y promueven ideas peligrosas para los bebés sobre la lactancia.
Un puñado de 12 personas influyentes y que afirman ser políticos, líderes sociales o médicos son los responsables de un tercio de la propaganda antivacunas que circula en internet, según un reporte del Centro para contrarrestar el odio digital (CCDH, por sus siglas en inglés).
La propagación de estas ideas en internet y el crecimiento de sus adeptos en varias partes del mundo está generando que los niños sean más vulnerables a Ómicron.
Los niños parecen ser los más vulnerables a este tipo de desinformación, no verificada y que, en la mayoría de las ocasiones, busca acercar a los antivacunas a intereses comerciales de todo tipo.
Lo anterior es porque, «en comparación con las personas embarazadas sin COVID-19, las mujeres embarazadas con COVID-19 tienen un mayor riesgo de resultados adversos del embarazo, incluido el parto prematuro y la muerte fetal», según indicaron las epidemiólogas Carla DeSisto y Sascha Ellington de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos a la agencia AFP.
Las conclusiones de ambas científicas resultaron de la observación de 1.2 millones de nacimientos en EU.
En grupos de Facebook, charlatanes venden “leche no vacunada”
Una de las propagandas falsas sobre las vacunas es aquella donde se afirma que los bebés sufrieron erupciones en la piel e incluso la muerte al ser amamantados por una madre vacunada.
La Society for Maternal-Fetal Medicine indicó a AFP que la vacunación es recomendada para quienes están amamantando y que no hay razón para dejar de alimentar a los bebés con la leche materna tras recibir la vacuna.
Este tipo de desinformación se ha difundido ampliamente en grupos de Facebook, donde los padres se conectan para compartir y vender leche materna.
En estos grupos, algunas personas aseguran vender “leche no vacunada”, advirtiendo de manera falsa que la leche de las madres ya vacunadas es peligrosa para los bebés. Es decir, propagan mentiras antivacunas con el afán de ganar dinero y algunos padres caen en el juego.
Bethany Bristow, una madre de Nueva York y administradora de un grupo de Facebook, junto con sus compañeros moderadores, decidió prohibir tales solicitudes de leche no vacunada, y las reglas para su grupo de más de 10,500 padres ahora establecen: «Anunciar o solicitar “leche libre de vacunas” los pone a usted, a sus hijos y a la comunidad en riesgo».
¿Cómo logran triunfar con propaganda falsa sobre vacunas?
El Centre for Countering Digital Hate hizo un llamado a las empresas de redes sociales para eliminar más rápidamente, y de manera permanente, el contenido falso sobre las vacunas contra el COVID-19. Pues, a pesar de que algunos videos y otro tipo de propaganda han sido eliminados, pueden volver a circular a través de otros perfiles.
Expertos del CCDH dijeron al medio Sky News que los algoritmos de redes sociales están diseñados para viralizar este tipo de contenidos entre las audiencias, al mismo tiempo que les muestran anuncios comerciales, generando grandes ganancias.
Los influencers son “grandes vendedores” que conocen cómo afianzar la confianza entre los escépticos de las vacunas, logrando desarrollar un compromiso en tres dimensiones: cognitiva, afectiva y conductual.
El medio The Conversation indica cómo, según un estudio sobre el marketing relacional utilizado por agentes como Amazon, Apple y otras tecnológicas, los seguidores de los influencers se vuelven tan fieles a las marcas o a la propaganda antivacunas que se llegan a convertir en “seguidores-evangelistas”.
Es decir, creen con tanto fervor en lo que dicen estas personalidades que lo propagan entre quienes los rodean, se adhieren a sus ideas e incluso consumen las marcas que proponen subrepticiamente.
Con información de AFP, Centre for Countering Digital Hate, Sky News y The Conversation.
Expansión