Los recientes hechos violentos registrados en Veracruz encendieron los focos de alarma en la Federación, dado que la entidad parece descomponerse en materia de seguridad pública.

El año arrancó con asesinatos violentos de norte a sur del Estado; el caso más reciente ocurrió en el centro de la cabecera municipal de Yanga, en la zona centro de Veracruz: el ex candidato a la alcaldía de ese lugar, Raúl Castillo Cruz, fue victimado a balazos, a dos cuadras de la presidencia municipal que pretendía ocupar.

Castillo Cruz, ex tesorero de dicho ayuntamiento y ex dirigente municipal del PAN fue sorprendido por sujetos que se trasladaban en una motocicleta, quienes abrieron fuego contra el político.

Además de la víctima mortal, hubo una persona lesionada por los disparos de los sicarios.

En Yanga, el hermano del ex candidato, Israel Castillo, fue ejecutado unos días antes de la jornada electoral del domingo 6 de junio.

El caso de Raúl Castillo se suma a otros, igualmente escandalosos, registrados en Veracruz, como el hallazgo de nueve cuerpos en el municipio de Isla; o el de Emiliano Zapata que en el arranque del presente año cobró varias vidas.

Hay que recordar que de forma reciente, en Coatzacoalcos, sujetos a bordo de motocicletas lanzaron una agresión con bombas molotov contra las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública.

Esos hechos, pero principalmente los de Isla, provocaron que en días pasados se registrara la llegada de un numeroso grupo de elementos del Ejército y la Guardia Nacional a la zona sur de la entidad.

Mediante un comunicado difundido el pasado 14 de enero, la Sedena informa que “con estas acciones, la Secretaría de la Defensa Nacional, la VI Regional Militar y la Guardia Nacional, refrendan su compromiso de velar y salvaguardar el bienestar de los ciudadanos veracruzanos, contribuyendo con los proyectos implementados por el Gobierno de México para garantizar la paz de los mexicanos.

En total, el despliegue de fuerzas federales al sur de Veracruz implicaría la movilización de 2 mil elementos.

Actualmente, la Guardia Nacional controla de manera completa las carreteras y aeropuertos de 12 estados del país; y de manera parcial de otros 5, entre los cuales se encuentra Veracruz.

Lo evidente es que en materia de inseguridad y violencia, el escenario veracruzano comenzó a descomponerse una vez más, como ocurrió durante los tres gobiernos estatales anteriores.

Este lunes, por cierto, el ejecutivo estatal, Cuitláhuac García, abordó el tema, a propósito de la solicitud que lanzó Bryan LeBarón para que se investiguen los presuntos nexos de integrantes del gobierno estatal con la delincuencia organizada; el mandatario se mostró seguro de que tal relación no existe, a diferencia de las pasadas tres administraciones, dijo, cuando el crimen habría penetrado al gobierno estatal.

El tema de la violencia en Veracruz, sin embargo, ha escalado tanto que prácticamente orilló a la Guardia Nacional a fortalecer su presencia en la entidad; y al gobernador, a salir a los medios para asegurar que cuenta con las manos limpias, y que su administración no tiene vínculos con la delincuencia, ni vocación por la represión y el encarcelamiento de sus adversarios.

@luisromero85