Justo el día que el Presidente dio positivo a COVID19 pidió a Adán Augusto López, su Secretario de Gobernación, que no soltara el tema de los cuerpos sin vida que han aparecido en Veracruz. “Son varios ya y nuestros adversarios los ocuparán como bandera de crítica”.
De igual manera, sabiendo que estaría “fuera de circulación” durante una semana en “las mañaneras”, pidió a su paisano y amigo que de ser necesario, respaldara cuantas veces se requiriera a Cuitláhuac García, tanto con la inseguridad en el estado como en el asunto de José Manuel Del Río.
“Por cada respaldo que demos a Cuitláhuac más alejamos a Ricardo (Monreal) de la candidatura. No debió darle esa entrevista a Reforma”, dijo el Presidente. “Están usando cualquier cosa para contrapuntearnos, y lo de Veracruz vino a sacarnos de orden todo, les faltó serenarse”.
En Palacio Nacional saben que aunque se encuentren en diferentes trincheras, tanto Rocío Nahle como Sergio Gutiérrez Luna pueden meter el hombro por Veracruz, y lograr, de alguna manera, quitarle presión a Cuitláhuac García, quien habitualmente no reacciona bien a ella ante medios de comunicación.
Adán Augusto López se llevó tres encomiendas para los siguientes días respecto a Veracruz, (si fuera necesario): rescatar a Cuitláhuac García cuantas veces deba hacerlo desde “la mañanera”, impulsar la intervención mediática de Gutiérrez Luna si el Gobernador “no da el ancho”, y “calmar las aguas”, (de la mejor manera posible), con el polémico delito de ultrajes a la autoridad.
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