Este martes, el senador de Morena, Eduardo Ramírez, llamó a la mesura al gobernador Cuitláhuac García para hacer a un lado su confrontación con la Comisión Especial del Senado que investiga la existencia de probables abusos de autoridad y violaciones al Estado de Derecho en Veracruz y evitar una posible fractura en la bancada obradorista.
El mandatario veracruzano debería atender el llamado de su correligionario, para así concentrar su esfuerzo y atención en otros graves problemas que aquejan a la entidad que gobierna.
Y es que, por ejemplo, la consultora internacional Control Risks acaba de difundir un informe en el que advierte que Veracruz y otras 15 entidades del país representan un “riesgo alto de inseguridad” para las inversiones.
En su proyección 2022, la consultora señala que Baja California, Chihuahua, Colima, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Quintana Roo, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Tabasco, Veracruz y Zacatecas tienen una “fragilidad endémica” que alerta a las empresas para inyectar capital en ellos.
Entre los indicadores clave de esta debilidad, la consultora enlista la pobreza extrema, inseguridad alimentaria, violencia, conflictos armados, inestabilidad política, el desplazamiento de la población y el desempleo juvenil.
Aunque quizá suene exagerado, Control Risk coloca a Veracruz y demás estados en la misma situación de países con conflictos bélicos y sociales como Myanmar, Pakistán, Tayikistán, Kirguistán, Yemen, Irak, Etiopía, Tanzania, Sudán, Egipto, Congo, entre otros, que comparten la categoría “riesgo alto de inseguridad”. Y respecto a América Latina los equipara con Venezuela, Honduras, Haití, El Salvador y algunas regiones de Guatemala, Colombia, Ecuador y Perú.
La consultora internacional evalúa las amenazas a activos financieros, físicos y humanos de una empresa, así como la voluntad y capacidad de las fuerzas de seguridad para proteger activos y personal. Los factores que representan amenazas incluyen conflictos militares, insurgencias, ataques terroristas, huelgas y disturbios, vandalismo, secuestro y delitos violentos y adquisitivos.
Para Alejandra Soto, directora de Control Risks México, resulta “sorprendente” que gran parte del país esté catalogado en riesgo alto de inseguridad. Indicó que el problema que se enfrenta derivado de la violencia del crimen organizado se arrastra desde hace varios
sexenios y tiene que ver no solo con el gobierno federal, también incluye a los ejecutivos estatales y municipales.
“El nivel alto de riesgo significa que en esos estados el entorno de seguridad, o el contexto social representan grandes desafíos que son serios y persistentes para las empresas y que las actividades comerciales de rutina requieren mayores cadenas de seguridad”.
“Es muy complicado hacer una generalización del por qué en estos estados están en ese color, México es muy complejo, pero las actividades del crimen están presentes en cada entidad”, dijo, poniendo como ejemplo el estado de Sinaloa, que pese a su “relativa paz” en cualquier momento “el crimen organizado puede organizar eventos como el ‘culiacanazo’”.
Otro caso que señaló es el de la creciente escalada de violencia en Zacatecas, donde diferentes cárteles de la droga se disputan las rutas del Bajío.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, hasta noviembre del año pasado, ocho de las 16 entidades clasificadas por Control Risks como de “riesgo alto de inseguridad” se encuentran entre las diez más violentas del país. Se trata del Estado de México, Guanajuato, Baja California, Michoacán, Jalisco, Chihuahua, Sonora y Veracruz.
Xalapeño, cercanísimo a sheinbaum
Este miércoles 5 de enero, el xalapeño Fernando Aureliano Hernández Palacios Mirón recibió anticipadamente su regalo del Día de Reyes, al tomar posesión como secretario particular de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, en sustitución de Carlos Augusto Morales López, quien se incorporó a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana federal que desde el año pasado encabeza Rosa Icela Rodríguez, ex secretaria de Gobierno de la administración capitalina.
Fernando es hijo de don Aureliano Hernández Palacios, ex rector de la Universidad Veracruzana y ex presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado. Es hermano del brillante abogado Luis Hernández Palacios Mirón, actual titular de la Procuraduría Agraria, y de la literata, poeta y ensayista María Esther, de los mismos apellidos. Los tres muy reconocidos y apreciados por la sociedad xalapeña, pues eran vecinos de la céntrica calle Gral. Ignacio Zaragoza, a espaldas del Palacio de Gobierno.
Al anunciar en conferencia de prensa su nombramiento, Sheinbaum recordó que el nuevo secretario particular trabajó a su lado como director jurídico y de gobierno en la Alcaldía de Tlalpan, y fue un período jefe delegacional en la misma demarcación. Posteriormente estuvo laborando en el Instituto de las Adicciones de la Secretaría de Salud. “Es un compañero de primera, honesto, muy trabajador, y va ayudar mucho a la
coordinación del Gobierno de la Ciudad de México. (…) él también tiene mucho conocimiento en temas de seguridad. Así que Fernando se incorpora al Gobierno de la Ciudad”, destacó la mandataria capitalina, quien es considerada la aspirante más fuerte de Morena para suceder en 2024 al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Algunos experimentados políticos locales recordaron ayer que hace 51 años otro destacado xalapeño, Ignacio González Rebolledo, también se desempeñó como secretario particular del entonces Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Octavio Sentíes Gómez, originario del puerto de Veracruz.