La replicación del VIH en el cuerpo humano requiere que determinados ARN víricos se empaqueten en partículas víricas progenitoras. Un estudio de la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos) ha descubierto cómo una pequeña diferencia en la secuencia del ARN puede permitir el empaquetamiento del ARN viral para su replicación, creando posibles objetivos para futuros tratamientos del VIH.
El estudio, publicado la semana pasada en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’, ha evidenciado que el VIH elige su genoma de ARN viral (el ‘código fuente’ que inyecta en las células humanas sanas para infectarlas) basándose en funciones atribuibles a sólo dos nucleótidos.
«Es solo esta diferencia de dos nucleótidos la que tiene un efecto tan dramático. Si podemos evitar que empaquete su propio genoma, podemos evitar que se extienda por el cuerpo», explica Karin Musier-Forsyth, autora principal del estudio y profesora de química y bioquímica en la Universidad Estatal de Ohio.
Los autores del estudio, entre los que también se encuentran investigadores del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, esperaban responder a una antigua pregunta en la investigación de la biología del VIH: cómo sabe el virus empaquetar su ARN viral específico para ser copiado en las células humanas.
«Al igual que nosotros necesitamos un genoma codificado por el ADN, los virus tienen su propio ADN o ARN genómico (en el caso del VIH es ARN) y tienen que empaquetar su ARN genómico y de eso trata todo este estudio. Es un paso esencial para entender la replicación del virus», apunta Musier-Forsyth.
El ARN es una cadena de nucleótidos y está presente de una forma u otra en todos los seres vivos, incluidos los virus. En el caso del VIH, transporta la información genética que permite al virus copiarse a sí mismo dentro de un huésped: el cuerpo humano. El ARN del VIH consta de unos 9.800 nucleótidos.
«Los seres humanos tenemos muchos tipos de ARN en nuestras células, incluido el ARN mensajero (ARNm), que es muy abundante, y del que todo el mundo ha oído hablar ahora, gracias a la COVID-19. Pero el genoma viral del VIH se fabrica en pequeñas cantidades y se empaqueta de forma muy selectiva como ARN genómico, además de servir como ARNm para fabricar proteínas virales. ¿Cómo encuentra el virus este ARN genómico para empaquetarlo y no empaquetar cualquier ARN viejo en nuestras células?», resalta la investigadora.
Estos científicos creían que si podían encontrar una respuesta a esa pregunta, podrían llegar a desarrollar fármacos que bloquearan la replicación del virus y evitaran que infectara células humanas sanas.
Los investigadores examinaron las estructuras de dos cadenas de ARN del VIH casi idénticas y descubrieron que el virus utilizaba una diferencia de dos nucleótidos en el extremo de las cadenas de ARN para distinguir entre el ARN genómico y el ARNm viral. Descubrieron que una de ellas era más eficaz para empaquetarse como genoma que la otra debido a las conformaciones o estructuras que formaba.
Los hallazgos podrían tener implicaciones para futuros tratamientos del VIH dirigidos al ARN y serían diferentes de los actuales tratamientos del VIH, que se dirigen principalmente a las proteínas víricas. Es probable que falten años para que los nuevos medicamentos contra el VIH se basen en este descubrimiento, pero Musier-Forsyth considera que este hallazgo es un paso científico importante.
«Ahora que entendemos más sobre la estructura del ARN, podríamos desarrollar terapias, ya sean pequeñas moléculas u otras nuevas terapias de ácidos nucleicos, que podrían bloquear el ARN en una conformación que no se empaquetara. Si no puede empaquetar su genoma, entonces no puede replicarse», remacha la investigadora.
FayerWayer