Revestir edificios con paredes diseñadas para quedar cubiertas por plantas puede reducir la cantidad de calor perdido a través de su estructura en más de un 30%, según una nueva investigación.
El estudio, realizado en la Universidad de Plymouth, se centró en Sustainability Hub, un edificio anterior a la década de 1970 en el campus universitario, y comparó la eficacia con la que dos secciones de sus paredes retuvieron el calor.
A pesar de estar en la misma elevación orientada al oeste, una de esas secciones había sido modernizada con una fachada de muro vivo exterior, compuesta por un sistema de láminas de tela de fieltro flexible con oquedades que permiten el suelo fértil y su siembra.
Después de cinco semanas de mediciones, los investigadores encontraron que la cantidad de calor perdido a través de la pared modernizada con la fachada viva era un 31,4% más baja que la de la estructura original.
También descubrieron que las temperaturas diurnas dentro de la sección recién cubierta permanecían más estables que el área con mampostería expuesta, lo que significa que se requería menos energía para calentarla.
El estudio es uno de los primeros en determinar la influencia térmica de los sistemas de muros vivos en edificios existentes en escenarios templados y fue realizado por académicos asociados con el Sustainable Earth Institute de la Universidad, según un comunicado de la misma.
Escribiendo en la revista Building and Environment, dicen que si bien el concepto es relativamente nuevo, ya se ha demostrado que aporta una serie de beneficios, como una mayor biodiversidad.
Sin embargo, dado que los edificios representan directamente el 17% de las emisiones de gases de efecto invernadero del Reino Unido, y la calefacción de espacios representa más del 60% de toda la energía utilizada en los edificios, estos nuevos hallazgos podrían cambiar las reglas del juego para ayudar al Reino Unido a lograr sus compromisos netos cero.
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