Científicos mexicanos y estadounidenses hallaron en las aguas del Golfo de California seis especies marinas nuevas.

Entre los ejemplares descubiertos destacan crustáceos, moluscos y gusanos muy llamativos de color azul brillante. Todos representan formas de vida enigmáticas, porque habitan en zonas inhóspitas conocidas como “respiraderos hidrotermales”.

Estos ecosistemas tienen origen volcánico. Son aberturas que se crean en el fondo del océano por el movimiento de las placas tectónicas. Cuando estas se desplazan provocan grietas en el mar; después, el agua se cuela a través de esas fisuras, se calienta por el magma de la Tierra y se libera a gran temperatura, mediante montículos o chimeneas.

La expedición multidisciplinar tenía como objetivo ampliar el conocimiento que existe acerca de estas áreas submarinas. El grupo de investigadores, de origen mexicano y estadounidense, navegó durante 33 días frente a las costas de la Paz a bordo del buque Falkor, según informó el Instituto Oceanográfico Schmidt (SOI, por sus siglas en inglés).

Para explorar los campos hidrotermales se utilizó el robot marino SubasTian, que funciona con control remoto. Esta tecnología se sumerge y recorre los conductos de ventilación del respiradero, que emiten fluidos a temperaturas de hasta 287 grados centígrados. Además, permitió tomar muestras del lugar y de los animales que habitan en esas condiciones extremas, así como obtener imágenes en alta resolución del lecho marino -la parte más profunda del océano-,

“El ROV SuBastian también capturó impresionantes imágenes del lecho marino, incluidas las piscinas de espejos hidrotermales, las agujas de calcita y los gusanos de escala azul iridiscentes”, explicó el SOI en un comunicado.

Concretamente, la expedición se llevó a cabo en la cuenca del Pescadero. Durante los 33 días de investigación se encontraron nuevos respiraderos hidrotermales, a los que se llamó “Melsuu”, que significa “azul” en lengua Kiliwa. Además, al montículo más grande lo denominaron “Maija awi”. Los dos nombres derivan de las lenguas indígenas de los pueblos yumanos de Baja California.

“[El montículo] Maija awi recibió su nombre de la serpiente divina del agua en el mito de la creación del pueblo Kumiai, ya que su forma se asemeja a la de un dragón. “Melsuu” significa azul en el dialecto Kiliwa del pueblo yumano, y fue nombrado así por la gran cantidad de gusanos azules brillantes que se encontraron entre los respiraderos”, contó el SOI.

Gran parte de la investigación se centró en conocer los procesos tectónicos y la cartografía, el flujo de calor y la geofísica de estos campos hidrotermales. Según los científicos, los que se ubican en la cuenca del Pescadero son únicos tanto en su química como en apariencia, ya que emiten fluidos claros, en lugar de oscuros y ahumados, como ocurre en el resto de respiraderos. Además, también se analizó el área desde un punto de vista biológico, y los resultados fueron sorprendentes.

¿Qué especies se descubrieron en el Golfo de California?

Gracias a la tecnología del SuBastian se pudieron detectar, al menos, seis especies nuevas de animales. Sin embargo son “potenciales”, esto significa que hay una alta probabilidad de que sean formas de vida nunca antes vistas pero, antes de confirmarlo es necesario analizar las muestras recabadas por el robot para probar que nunca se habían encontrado en ninguna otra parte del mundo.

Entre los animales descubiertos se encuentran poliquetos, gusanos flecha, crustáceos, moluscos y nematodos. Además, se detectaron otras diez especies que son conocidas, pero que hasta la fecha no se habían encontrado en la cuenca del Pescadero.

“Parece haber diferencias en qué animales de ventilación dominan estas diferentes características hidrotermales. Los sitios al sur tenían la mayor densidad de gusanos de escala azul, mientras que otros parecían estar más densamente colonizados por anémonas quimiosintéticas o gusanos tubulares”, indicó la doctora Victoria Orphan.

Según explicó el doctor Ronald Spelz Madero, de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), entre 2018 y 2021 el buque Falkor ha explorado una superficie récord en el Golfo de California.

“Hemos cubierto un área sin precedentes de casi 20,000 kilómetros cuadrados, que es aproximadamente 1/8 de la superficie total del Golfo”, dijo Spelz Madero, quien fungió como co-investigador principal. “El estudio de la velocidad relativamente rápida a la que se está formando el Golfo de California amplía nuestro conocimiento de cómo se forman los márgenes continentales, los lugares donde vive la mayoría de la gente en la actualidad”.

La investigación estuvo liderada por el doctor David Caress, del Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterey (MBARI, por sus siglas en inglés); Ronald Spelz-Madero, de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC); Raquel Negrete-Aranda, del Centro de Investigaciones Científicas y Educación Superior de Ensenada; y Victoria Orphan, del Instituto de Tecnología de California (Caltech). Junto a ellos colaboraron expertos de la Universidad de California Davis, de la Universidad Estatal de Oregón, el Occidental College y el Instituto Scripps de Oceanografía.

Ahora el equipo multidisciplinar cambiará de buque para peinar nuevas áreas, a bordo de la embarcación R/V Falkor -del mismo nombre que la anterior-.

“Este fue un final espectacular para una década increíble de ciencia llevada a cabo a bordo del Falkor, que se ha utilizado para apoyar colaboraciones internacionales e interdisciplinarias que arrojan luz sobre las profundidades marinas aún desconocidas para caracterizar y comprender mejor nuestro océano en un entorno con un clima cambiante”, apuntó la doctora Jyotika Virmani, directora ejecutiva del Instituto Oceanográfico Schmidt.

“Esperamos continuar esta misión a bordo de nuestro nuevo buque de investigación y contribuir a iniciativas globales como Seabed 2030 y la Década de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas”, agregó.

Infobae

Conéctate con Formato7:

TEXTO Y CONTEXTO | Con mucha educación, el Tercer Informe