Realmente lo que ofende es el escándalo, cada quien puede hacer de su vida lo que quiera pero jamás abusar de un cargo público y menos disponer de los recursos públicos que maneje, para destinarlos a dar rienda suelta a sus preferencias hormonales.
Nos referimos al caso del joven que por la ventajosa posición que tiene dentro de la 4T convirtió a su señora madre en diputada y luego la hizo Presidenta del Congreso. La pobre señora no sabe ni qué hacer y es ni más ni menos que presidenta del poder Legislativo, el más importante de los tres poderes del estado donde se concentra la representación popular y resulta que lo preside la mamá del novio de un importante político.
Pues ese personaje que actúa de acuerdo a como sus hormonas le ordenan, hace unos días de emergencia fletó un lujoso jet para ir a Can Cun, a reclamar a su “pareja” que estuviera a punto de contraer nupcias dejándolo sin la menor compasión. Acto seguido se le fue encima y a puñetazos quiso desquitar su furia, lo bueno es que había otros “invitados” que intervinieron en el zipizape y los lograron separar. El agraviado sujeto se retiró del lugar donde se escenificaba el reventón de despedida de soltero, abordó el jet y ordenó regresar a Veracruz. El asunto no había trascendido hasta el día de ayer cuando uno de los periodistas más calificados de Veracruz lo publicó luego de investigar y de confirmar las fuentes.
Si el presidente Andrés Manuel López Obrador renunció al titular de la Unidad de Investigación Financiera, Santiago Nieto, por haberse ido a casar al extranjero, ¿qué castigo merece nuestro aldeano funcionario que por un capricho renta un jet para ir y venir a Can Cun.? Creemos que ninguno porque los morenos y morenas que forman la 4T veracruzana sienten que son dueños del estado y que pueden hacer lo que les venga en gana a la hora que sea y con los recursos del erario estatal.