Ciudad de México. La elección en el sindicato petrolero “se le salió de las manos a la secretaria del Trabajo”, Luisa María Alcalde, porque “no previó la magnitud que tienen los caciques sindicales”, afines al ex dirigente Carlos Romero Deschamps, para “aterrorizar” a los trabajadores que participaron en las votaciones seccionales, señalaron líderes disidentes y especialistas laborales.
María Cristina Alonso García, trabajadora de la sección 44 y aspirante a la dirigencia nacional, lamentó que en el primer bloque de 12 de las 36 secciones en que se eligió la secretaría general, los resultados no le favorecieron porque los líderes cercanos a Romero Deschamps “tienen el control del proceso y las urnas”.
“Creo que esto realmente se le salió de las manos, es algo que no tenía previsto, pues ella quiere mantener esa postura de que todo está bien. Si los trabajadores lo sabemos y estamos viviendo en carne propia que es un proceso amañado, creo que también ella lo debe saber”, comentó.
En entrevista por separado, la senadora Cecilia Sánchez, apuntó que el proceso para elegir 12 secciones sindicales “estuvo viciado y se orquestaron unas elecciones a modo”, por lo cual los resultados “carecen de validez”, ya que existieron diversas “anomalías desde la convocatoria”.
“Creo que ella [Luisa María Alcalde] vive en un mundo de fantasía donde para ella todo es correcto y es transparente”, cuando la democracia sindical en México “sigue siendo una farsa”, expresó la trabajadora de la sección 47 y aspirante a la dirigencia nacional del STPRM.
Por su parte, Héctor de la Cueva, coordinador del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (Cilas), señaló que la STPS debe acompañar desde el inicio del proceso la elección. “La autoridad laboral debería ser más sensible con las denuncias y no solamente pactar con la dirección del sindicato”.
En este sentido, Alberto Romero, coordinador de vinculación de la Universidad Obrera de México, apuntó que si bien la STPS no puede tener injerencia en los sindicatos, “tiene el reto de darle seguimiento al proceso desde que se inicia la campaña hasta la votación para garantizar que el proceso fuera transparente, democrático”.
Romero comentó que el hecho de que la STPS “diga que no hubo ninguna incidencia” a pesar de que se evidenciaron irregularidades, “quiere decir que no estuvo presente o que hace caso omiso”.
Aunque la STPS aseguró que se realizó una jornada de votaciones “copiosa y no se registraron mayores incidentes”, desde ayer el Centro Federal de Conciliación recibe quejas y denuncias sobre posibles violaciones a la libertad y democracia sindical en dicho proceso. Advirtió que “de generar una duda razonable”, podrían tener como consecuencia la reposición de los procesos de elección.
La Jornada/Jared Laureles
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