A partir de la llegada de la 4T al gobierno los xalapeños, y todo el estado, perdimos la tranquilidad; da la impresión de que fuimos entregados a una célula del crimen organizado a cambio de protección para quienes forman parte de este desastroso gobierno. Y es que no hay momento de paz para nadie, todos los veracruzanos estamos viviendo en la zozobra con mucho temor, sabedores de que en cualquier momento se desata una balacera que ponga en riesgo nuestras vidas y las de la familia. Las promesas del gobierno de actuar en contra de todos los que cometan delitos, sobre todo homicidios dolosos, suenan a burla porque mientras ellos, los funcionarios, se desplazan en camionetas blindadas con escoltas armadas hasta los dientes que los van protegiendo, nosotros, los ciudadanos comunes nos la jugamos expuestos permanentemente a ser víctimas de un ataque criminal.
Y claro que estamos consternados con lo que acaba de ocurrir a una de las familias más conocidas y apreciadas de Xalapa y la región. Nos enteramos, con indignación y tristeza, que la tarde de este viernes la policía confirmó que la persona hallada sin vida dentro de la cajuela de un automóvil a un costado de la carretera del municipio de Emiliano Zapata corresponde a Juan Carlos Montano Guzmán, hermano del exsecretario de Seguridad Pública de Veracruz y exdiputado federal Alejandro Montano Guzmán. Los hechos se registraron en el camino Miradores-El Palmar, a la altura del lugar conocido como La Tuzita.» Montano Guzmán era docente de la escuela preparatoria Antonio María de Rivera en esta capital, Juan Carlos era apreciado por la sociedad xalapeña. A través de las redes sociales el delegado de los programas de Bienestar, Manuel Huerta Ladrón de Guevara y Javier Herrera Borunda enviaron condolencias a la familia Montano Guzmán. Igual lo hacemos nosotros que tuvimos la oportunidad de conocer al joven Juan Carlos, en la SEP, donde destacaba por su buen desempeño, respeto hacia sus compañeros y personas que acudían a arreglar asuntos y sentido de responsabilidad. Descanse en Paz un destacado y querido xalapeño, víctima de la anarquía que impera en todo el territorio veracruzano.