Hace poco más de un año, el 15 de octubre de 2020, el ex secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Cepeda, fue detenido en el aeropuerto internacional de Los Ángeles, California, acusado por la DEA de nexos con el narcotráfico y lavado de dinero, entre otros delitos.
Días después de la sorpresiva aprehensión, desesperado, escribió una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador en la que textualmente le decía al mandatario mexicano: “Le escribo estas letras, orillado por las circunstancias que se han venido dando. Desde el día 15 de este mes (octubre) y que coincide con mi detención en el aeropuerto de esta ciudad. Una detención arbitraria, injusta y humillante, enfrente de mi familia (esposa, cuatro hijos y tres nietos) por las autoridades de este país (DEA).
“Como mi comandante supremo de las Fuerzas Armadas, le informo con toda veracidad como ciudadano y como militar, que los cargos que se me atribuyen son totalmente falsos porque nunca en mi vida he cruzado una palabra con ningún criminal, ni por tercera persona, ni mensajes, ni vías telefónicas o mensajes de cualquier tipo”, se auto exculpaba.
López Obrador, quien en julio de 2020, tres meses antes de la detención de Cienfuegos, se había reunido en Washington con el presidente Donald Trump, logró por su buena relación con la Casa Blanca que la DEA se desistiera de los cargos en contra del extitular de la Sedena. Así, el 18 de noviembre de 2020, casi un mes después de haber sido detenido, el General Cienfuegos fue entregado a la Fiscalía General de la República (FGR), la cual, pese a los graves cargos que le imputaba la agencia norteamericana antidrogas y a que también contaba con los medios para darse a la fuga, no solicitó para él la prisión preventiva justificada como en cambio sí lo hizo con la ex titular de la Sedesol y Sedatu, Rosario Robles, y ahora con el ex director de Pemex, Emilio Lozoya.
La FGR no lo puso a disposición de ningún juez, sino que el exjefe militar fue llevado directamente del aeropuerto a su domicilio, donde fue entregado a su familia.
Dos meses después, el 14 de enero de este año, la Fiscalía a cargo de Alejandro Gertz Manero informó sobre su negativa de emprender acciones legales contra Cienfuegos, al dictaminar que no encontró pruebas de que éste se haya comunicado o reunido con miembros del cártel de Juan Francisco Patrón Sánchez, el “H2”, organización criminal con la que se le vinculó en Estados Unidos.
Este miércoles 10, el ex titular de la Sedena reapareció por primera vez públicamente al asistir como invitado a la entrega del Premio Nacional de Comunicación “José Pagés Llergo”, que se realizó en el exclusivo Club de Industriales, donde dijo que ya dejó atrás ese infame episodio y bromeó que “ahora sólo estoy a disposición de mi esposa”, quien lo acompañaba.
¿Cómo habrá caído en Palacio Nacional la presencia de Cienfuegos en este evento, en el que además del estridente discurso de la periodista Beatriz Pagés, presidenta de la Fundación José Pagés Llergo, fueron galardonados personajes repudiados públicamente por López Obrador, como Juan Francisco Ealy, del diario El Universal; el doctor José Narro, ex rector de la UNAM, y el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, quienes también criticaron severamente al régimen obradorista?
Pagés Rebollar, por ejemplo, expresó que este premio se entrega a los mejores periodistas del país, “pero también a otros, a quienes han resistido, a quienes tienen y han tenido el valor de no callar, de no claudicar; a quienes salen a defender todos los días la integridad y la autonomía de las instituciones para impedir que sean sometidas y aplastadas por la arbitrariedad”.
La directora de la revista Siempre! dijo que el Premio Nacional José Pagés Llergo “se entrega hoy en condiciones de guerra, en un cruce de caminos, a días de que se inicie el tercer año de un sexenio de excepción. Tres años en que se han afectado los derechos y libertades de muchos ciudadanos, tres años en que se ha normalizado la violación de la Constitución y de la división de poderes”.
Por su parte, Narro criticó la estrategia del gobierno frente a la pandemia, que se ha convertido en la segunda causa de muerte en la población de México en 2020, “y la primera entre los hombres, la tercera letalidad más alta del mundo, el cuarto lugar en defunciones, el mayor número de fallecimientos entre el personal de salud y una de las peores evaluaciones en los análisis internacionales”.
“Se suma la arrogancia, desapego y pobre empatía, el uso político y electoral de la vacunación, al igual que la inflexibilidad de su fallida estrategia, falta de ética y la enorme cantidad de mentiras que han manejado para tener como resultado un cuadro ignominioso”, expresó el ex rector a quien López Obrador ha acusado de encabezar el grupo que ha derechizado a la UNAM.
El consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, quien recibió el Premio de Democracia, citó una frase de Cicerón para advertir que vivimos tiempos difíciles para la democracia, pues no goza de cabal salud en ninguna parte del mundo, y México y América Latina no son la excepción.
‘Hoy corren malos tiempos para la democracia. Y se vienen tiempos peores’, decía Cicerón. Nos toca a todos que la segunda parte de este aforismo no se concrete. A todos nos toca que esto se quede en el primer punto y logremos revertir e inocular la segunda parte”, subrayó Córdova Vianello, quien en su reciente comparecencia ante la Cámara de Diputados para defender la propuesta de presupuesto para el INE, fue severamente cuestionado por legisladores de Morena y del PT que inclusive propusieron someterlo a juicio político.
FERNANDO YUNES: SIN CARNAVAL NI COMPARSA
En preludio nunca se había visto tan urgido de dinero a un presidente municipal del puerto de Veracruz como el saliente Fernando Yunes Márquez, del PAN, a cuyo clan está por acabársele el poder.
Como le han sido cerradas las llaves para evitar el saqueo tradicional del “Año de Hidalgo”, ahora está buscando tapar los desvíos de dinero hacia negocios y campañas de su hermano y cuñada, por lo que agarró como pretexto las fiestas del Carnaval de Veracruz 2022 para pedir más dinero.
Y aunque sabe que los tribunales electorales posiblemente anulen las elecciones del pasado 6 de junio en la ciudad de Veracruz por rebasar el tope de gasto de campaña y por otras irregularidades denunciadas en el proceso electoral, insiste en llevarse cuanto peso vea a su alcance.
Ha mandado a toda su batería, encabezada por el Luis Antonio “El Pollo” Pérez Fraga, a presionar al gobernador Cuitláhuac García para que entregue dinero al Comité Organizador del Carnaval de Veracruz 2022, cuando su periodo municipal está por concluir en diciembre próximo.
Fernando Yunes sale a pedir dinero al Gobierno del Estado para una festividad que, de acuerdo al calendario, sería del 23 de febrero al 1 de marzo de 2022, además de que su administración ocupa el primer lugar de los diez municipios más corruptos de la entidad veracruzana.
El Gobierno del Estado ha dicho que respaldará al Carnaval, pero que no le va soltar un solo peso a la administración de Yunes Márquez, que es la más auditada por el saqueo y desvíos de recursos.
La administración del alcalde panista de Veracruz, en sus primeros tres años de gobierno, acumuló un daño patrimonial por 176 millones 842 mil 105 pesos. De acuerdo con informes del Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS), en 2018 le fue detectado un presunto daño patrimonial por 13 millones 339 mil 877. En 2019 fue de 74 millones 540 mil 593 pesos. Y en 2020 el monto observado fue por 88 millones 961 mil 635 pesos, más lo que se acumule en 2021.
En su desesperación por la lana, Fernando Yunes mandó a su cuñada a pedirle dinero al gobierno estatal cuando ellos saben que la validez de la elección municipal del puerto de Veracruz aún no está confirmada por la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que es la última instancia legal.
Incluso, este jueves el gobernador García Jiménez declaró que con quien puede hacer acuerdos institucionales en todo caso sería con el alcalde en funciones ante la incertidumbre jurídica por la impugnación del resultado electoral.
Como parte del teatro que han montado, mandaron también al dirigente de los músicos, Jaime León Perea, “El Marro”, con el cuento de exigir al presidente del comité del carnaval de Veracruz, Luis Antonio Pérez Fraga, que lancen las convocatorias para elegir a los Reyes Infantiles, al Rey de la Alegría y a la Reyna del Carnaval 2022.
Sólo falta que ahora Fernando Yunes mande en un “Papaqui” a la diputada federal María Josefina Gamboa Torales a marchar por toda la avenida Independencia con batucada y castañuelas para pedirle dinero al Gobierno del Estado para las fiestas carnestolendas, pese a que su organización ya no estará en manos del munícipe que está por incorporarse al Comité Ejecutivo Nacional del PAN en busca de impunidad.