La NASA ha encontrado moléculas orgánicas previamente desconocidas en Marte utilizando un nuevo experimento a bordo del rover Curiosity. Las muestras no son suficientes para afirmar que fueron producidas o utilizadas por un organismo vivo.

Muestras recogidas por el rover Curiosity en la duna Bagnold de Marte permitieron identificar dos compuestos que, aunque no poseen firmas biológicas, podrían marcar un importante avance en la búsqueda de evidencia de vida pasada en el planeta rojo. El avance forma parte de un nuevo estudio, publicado recientemente en la revista Nature Astronomy.

Según un artículo publicado en Popular Science, luego de un experimento pudo comprobarse que las muestras poseían ácido benzoico, un compuesto orgánico, y amoníaco, que a pesar de ser un compuesto inorgánico es considerado como un posible indicador de una firma biológica, ya que se produce a partir de la descomposición de la materia orgánica.

Un descubrimiento inesperado

El hallazgo fue realizado por un equipo internacional de investigadores del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, y tiene su origen en 2017. En ese momento, cuando el rover Curiosity recolectaba muestras en Marte, experimentó una avería inesperada: su taladro dejó de funcionar repentinamente. Sin embargo, los científicos no detuvieron la misión.

Por el contrario, variaron la técnica de trabajo y abordaron un experimento de muestreo húmedo, adaptándose a las necesidades de la situación: de esta forma, el rover colocó las muestras obtenidas en Marte en vasos que contenían una mezcla química, en lugar de recipientes vacíos. Los científicos se sorprendieron cuando a partir de este enfoque «improvisado» pudieron identificar moléculas orgánicas que aún no se habían visto en la superficie marciana.

Una búsqueda incesante

Aunque el rover Curiosity busca biofirmas o indicadores concretos de vida pasada en Marte desde su llegada a ese planeta en 2012, hasta el momento no ha logrado cumplir totalmente su objetivo. A pesar de esto, los compuestos identificados y la técnica empleada podrían inaugurar una nueva vía o camino que permita mayores avances en el futuro.

En la actualidad, Marte está compuesto principalmente por tierra, polvo y gas. Si nos quedamos con esa imagen, fácilmente pensaríamos que buscar vida en el planeta rojo es una utopía sin sentido. Sin embargo, la historia de los planetas está marcada por profundos cambios: distintos estudios científicos indican que hace mucho tiempo Marte pudo albergar lagos, ríos y vida microbiana.

Vida oculta de un pasado acuático

Los científicos piensan que tarde o temprano se identificarán las firmas biológicas de ese lejano pasado marciano. Por el momento, buscan averiguar dónde y cómo se originaron exactamente las moléculas detectadas. Una de las hipótesis indica que podrían provenir de procesos geológicos desarrollados en Marte, pero también podrían ser indicadores de habitabilidad pasada. Un punto a favor de esta segunda opción es que la duna donde se recolectó la muestra se encuentra en el cráter Gale, un sitio en el cual los investigadores piensan que existió agua en algún momento.

Teniendo en cuenta que el área en la cual se identificaron los compuestos parece especialmente promisoria para la búsqueda de biofirmas, los especialistas esperan con ansias el lanzamiento de la expedición ExoMars de la Agencia Espacial Europea durante 2022, gracias a la cual podrían disponer de más muestras a analizar. Será una nueva oportunidad para ir resolviendo los profundos enigmas relacionados con la historia del planeta rojo.

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