Un político joven, que ha formado una carrera con un perfil de eficiencia, consolidando su capital político recientemente en la región de Emiliano Zapata. Toño Luna conoce la responsabilidad que implica la administración pública; su último paso en ese ámbito, al frente de la administración de uno de los puertos más importantes del Golfo de México, le da las “tablas” suficientes para afrontar el reto de ser diputado local.

El alcance del trabajo hecho por Toño Luna ha llegado hasta los ojos y oídos de Andrés Manuel López Obrador, ya quisieran muchas de las luminarias cuatroteras locales algo semejante; las visitas del presidente de México para revisar los avances del proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, que incluye al Puerto de Coatzacoalcos, dieron la oportunidad a Luna de dar prueba sobre cómo se ejecuta un proyecto regional con trascendencia a nivel nacional, proyecto que además es parte de las promesas de campaña hechas por López Obrador, tremendo peso cargó Toño.

En su paso por la campaña para la diputación que ganó, comenzamos a notar que sus formas salían del común del morenismo legislativo. Sin aspavientos, siempre en contacto con la ciudadanía, lejos de esa parafernalia política que tanto emboba a nuestros paladines de la 4T; sin camionetas con cristales polarizados, nunca necesitó promoverse como influencer en videos de redes sociales haciendo señales, como pandillerito valentón; Toño no es así.

El diálogo lo extendió a los medios, siempre con la educación por delante; su interés por establecer proyectos de desarrollo en la región de Xalapa y Emiliano Zapata se fijó desde el inicio de su campaña, igual se lo contaba a las amas de casa que a los empresarios y aliados políticos; todos entendieron que, con su experiencia, la visión que él tiene por impulsar la economía y desarrollo es en serio, no inventos.

La primer Legislatura en Veracruz, compuesta mayormente por morenistas ,ya terminó; nos dejó buenas y muy malas, al grado de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación le dio palo a varias decisiones tomadas en el Congreso a manera de capricho; a las más penosas anécdotas de la política veracruzana se suman diputadas y diputados salientes, de esa corriente política, que hacían el ridículo en tribuna, personas sin la preparación básica para el Parlamento, para expresarse, leer un texto, sin conocimiento de las leyes y la realidad social de todas y todos, no únicamente de sus votantes; con el pretexto de que son pueblo creyeron que su ignorancia pasaría desapercibida, escondida debajo de cirugías plásticas, un poco de votox, detrás del membrete.

Toño Luna se sale del molde, y como dice la frase “en política lo que parece, es”, en su caso tenemos un morenista que si parece político de compromisos, responsabilidad y respeto. Veremos si desde su casa política y sus compañeros de bancada le entienden, y que él no siga el juego de jaloneos por puestos o posiciones; sus propuestas serán de impacto regional, quiere hacer lo que ningún alcalde o gobernador ha hecho por la región capital de Veracruz. Llegó la hora de trabajar.