A pesar del derrotismo externado por el dirigente nacional del PAN, Marko Cortes –quien reveló ante militantes que de las seis gubernaturas que estarán en disputa el año entrante, por ahora sólo están seguros de ganarle a Morena la de Aguascalientes–, en otros frentes de la oposición se niegan a darse por vencidos anticipadamente, asegurando que ninguna elección es igual a otra, y que, sobre todo, en la sucesión presidencial de 2024 podrían ahondarse las divisiones internas en el partido en el poder que terminarían debilitándolo.
Y es que el sábado anterior, en el marco de la sesión virtual del Consejo Nacional de Morena, el consejero y escritor Paco Ignacio Taibo II señaló al senador Ricardo Monreal de ser un “activista permanente en las luchas internas y las grillas” en ese partido, por lo que cuestionó su permanencia, y al mismo tiempo pidió al líder morenista Mario Delgado renunciar si no puede con el cargo.
Según ha trascendido, el principal motivo que detonó el debate entre ambos bandos de Morena –el ala radical, muy afín a la presidenciable Jefa de Gobierno de CDMX, Claudia Sheinbaum, y la facción moderada que estaría más identificada con el canciller Marcelo Ebrard y con Monreal– fue la aprobación de los lineamientos para la afiliación y reafiliación de militantes, lo que será crucial para los eventuales procesos de selección de candidaturas y la definición de dirigencias estatales.
Durante la sesión de este fin de semana, el Consejo presidido por Bertha Luján –quien aspiraba a la dirigencia nacional de Morena pero tuvo que declinar al verse apabullada por los grupos de Ebrard y Monreal a través de Mario Delgado y Alejandro Rojas Díaz Durán, suplente del zacatecano– avaló un esquema que otorga el control de la afiliación a Alejandro Peña Villa, senador suplente de Gabriel García Hernández, el cual fue destituido como coordinador de los programas sociales federales después del desastre electoral en la Ciudad de México en junio pasado, y ahora, cuatro meses después de haber retornado a su escaño, ha sido comisionado por el Presidente para hacerse cargo del proyecto de Agua Saludable para La Laguna, en Durango, uno de los seis estados que elegirá gobernador el año próximo y que el dirigente del PAN ya da por perdido.
Pero la secretaria de Organización del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Morena, Xóchitl Zagal, afirmó que dicha tarea es facultad sólo de la instancia que encabeza, y sostuvo que la decisión del Consejo no tiene validez por no alcanzar el quórum en la votación; ante eso, anunció que seguirá con un proceso de afiliación por su cuenta.
Con esto se abren dos registros de afiliación que conformarían dos padrones de militantes paralelos, lo que perfila para una nueva disputa jurídica dentro de esta fuerza política.
Zagal reiteró que su Secretaría “seguirá realizando la afiliación ordinaria con los cauces legales y estatutarios que nos definen”.
Sin embargo, en la página oficial de Morena en Internet está disponible una liga para que los simpatizantes se afilien. Zagal dijo desconocer quién tiene acceso y control de la información que ahí se reporte, mientras el CEN ha promovido la afiliación por dicho mecanismo.
Aunado a ello, varios consejeros morenistas expusieron la necesidad de que este órgano haga saber de forma transparente quiénes son sus integrantes. Por su parte, la secretaria de Mujeres del CEN , Carol Arriaga, explicó que no hay certeza de que muchos integrantes que han ingresado a las sesiones pasadas cuenten con el derecho a participar.
También expuso la necesidad de dejar claros los objetivos de Morena como partido y como movimiento, ya que el debate sobre este tema, dijo, “ha generado confusión, falta de institucionalidad y falta de madurez como partido”. Por los recursos públicos, agregó, se tiene que trabajar como partido y no como movimiento.
Además, Arriaga expuso que hay un problema de “suplantación y piratería” en el partido por la conformación de agrupaciones que se hacen pasar como órganos de la dirigencia.
Finalmente, los consejeros propusieron también habilitar un mecanismo de consulta para que se revoque a cualquiera de los dirigentes de Morena como forma de rendición de cuentas y renovación de cargos, pero el tema no fue admitido a discusión.
Esto ocurre faltando todavía más de dos años para que el morenismo elija a su candidato presidencial. ¿Se imaginan de qué magnitud será el choque de grupos a finales de 2023?