En poco más de dos semanas iniciará formalmente el proceso interno de Acción Nacional para la renovación de su dirigencia estatal en Veracruz.
Los grupos están prácticamente definidos: por un lado, el que se ha pronunciado por la continuidad de Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, entre quienes destaca el senador Julen Rementería del Puerto; por el otro, el que arropa a Tito Delfín Cano; en este último se ubica el grupo yunista, José de Jesús Mancha, Sergio Hernández y Maryjose Gamboa, entre otros, fortalecido con la incorporación del Enrique Cambranis Torres.
El 18 de diciembre, luego de una contienda que se observa sumamente competida, llegará al comité estatal panista un nuevo dirigente o, si las cosas le salen bien al de Tantoyuca, será ratificado el actual equipo.
Los panistas se disputan el control del segundo partido más importante de Veracruz, después de Morena; y en juego está un espacio que tendrá voz y voto en la selección de los candidatos al 2024: gobernador y diputados locales.
En otra arena, el Partido Revolucionario Institucional de Veracruz no tiene fecha para su renovación, aunque todo parece indicar que Marlon Ramírez no terminará su periodo. El ex regidor del Puerto tiene muy mal cartel entre los grupos internos del tricolor. Fuera de un pequeño grupo de incondicionales y beneficiarios de su gestión al frente del CDE, Ramírez Marín no tiene nada.
El resultado del proceso electoral de 2021 significó para la actual dirigencia del partido una catástrofe; el PRI descendió a los peores niveles de su historia y podríamos decir que existe consenso al interior sobre la necesidad de que Marlon Ramírez haga maletas.
Mientras tanto, en Morena hay voces que sugieren que ya es tiempo para que Esteban Ramírez Zepeta haga lo propio. Este martes, en conferencia de prensa, Mario Vargas Pimentel, de una de las muchas corrientes internas que tiene el partido, apuntó que solicitaron a la dirigencia nacional que se renueve el comité estatal. Indicó que el actual líder ya cumplió su periodo estatutario y que si no fue removido antes es porque estaba en marcha el proceso electoral.
El morenista recordó que Ramírez Zepeta no fue electo como dirigente, sino designado como delegado en funciones de presidente.
Sin embargo, a pesar de esas voces, es poco probable un cambio en el partido en el poder, sobre todo porque en las pasadas elecciones tuvo un resultado muy favorable. Morena en Veracruz se llevó hacha, calabaza y miel; el partido ganó prácticamente todo. El único resultado adverso fue el del Puerto de Veracruz, aunque éste aún se encuentra en tribunales, con la resolución pendiente.
El PRD en Veracruz se cuece aparte: con Rogelio Franco en la cárcel, la dirigencia estatal de Sergio Cadena da palos de ciego. El partido está fracturado y a nadie parece interesarle la posición.
En la instancia nacional del Sol Azteca se analiza el posible cambio de nombre del partido; ello obligaría no sólo a una refundación, sino a un relevo en las dirigencias. Como sea, si esa propuesta no prospera, en menos de un año habrá consejo para elegir al nuevo presidente del CDE de Veracruz.
El problema de la actual dirigencia del partido en la entidad es que en vez de sumar, se ha dedicado a alejar a los pocos cuadros que valen la pena. Reducido a membrete, el Sol Azteca agoniza en la entidad.
@luisromero85