En la semana que recién termina se puso de manifiesto el pleito entre las facciones de Morena por la decisión adelantada de quién será el candidato de este partido a la gubernatura de Veracruz en el 2024, con lo que también se puso de manifiesto que el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez ha tenido metida las manos en los procesos electorales pasados y seguirá metiéndolas en los que vienen; que en lugar de gobernar y atender las demandas de los diferentes sectores de la población veracruzana, está tramando y tejiendo toda una red para apoderarse de la gubernatura y de los otros puestos de poder en el estado. Mientras los veracruzanos se hunden en la pobreza, en el desempleo y en los problemas de salud, Cuitláhuac y su equipo ya están en campaña, llevados por la ambición de poder y el deseo de enriquecimiento. Mientras la inseguridad campea por todos lados, Cuitláhuac García diseña estrategias para hacer candidata y luego gobernadora por Morena a Rocío Nahle, la cuestionada secretaria de Energía a nivel federal.

Situación que debe preocupar a todos los veracruzanos y movernos a asumir una actitud crítica y de denuncia para contrarrestar y frenar al grupo de individuos que hoy nos gobiernan y que pretenden por todos los medios eternizarse en el poder, antes de que acaben de hundir al estado.

Hemos visto en los medios de comunicación la virulenta respuesta que dio Cuitláhuac García, en su rueda de prensa del pasado 25 de octubre, a Rubén Morales de Analítica fotoperiodismo, quien le preguntó que, si la presencia en la entidad del diputado federal Sergio Gutiérrez Luna “¿es un apalancamiento para el Movimiento, para usted?” y “¿qué piensa el gobernador de eso?”. El gobernador estalló en ira y trató de descalificar a su correligionario, diciendo que no lo conocía, que nunca ha hecho trabajo en Veracruz y que antes era del PAN; que se vinculó a Morena en Texcoco y que es diputado por el Estado de México. Finalmente le “recomienda” al diputado que se vaya a trabajar al Congreso, a impulsar la reforma eléctrica. Ante la falta de argumentos y la incapacidad para razonar mesuradamente, Cuitláhuac García recurre al clásico método morenista de la descalificación hacia su contrincante.

Curiosamente, el miércoles 27 de octubre, Claudia Montero publica en alcalorpolitico.com una nota en la que se acusa a Sergio Gutiérrez Luna, presidente de la Cámara de Diputados federal, de estar relacionado con actos de corrupción multimillonarios cuando trabajó con el exgobernador panista de Sonora, Guillermo Padrés. Claudia Montero apunta que existe una denuncia penal en contra del diputado presentada por el Observatorio Ciudadano de Políticas Públicas, Derechos Humanos y Democracia, por su probable participación en el delito de fraude y desvío de recursos por un monto de 65 millones de pesos.

Por otro lado, varios medios y columnistas estatales y nacionales han condenado la actitud del gobernador de Veracruz, y el mismo Sergio Gutiérrez Luna publicó en sus redes sociales un extracto de una entrevista aparentemente pagada de un medio de comunicación cordobés, en la que afirma de manera categórica que él sí quiere ser gobernador del estado de Veracruz.

El columnista Alejandro Cacho publica en el Heraldo de México el 28 de octubre, lo siguiente, “Cuitláhuac García disputa un deshonroso título: el del peor gobernador de México. Una economía que se desmorona, desempleo brutal, pobreza creciente, violencia incontenible, feminicidios y mujeres violentadas, miles de desaparecidos, cuyas familias no reciben apoyo, son problemas crónicos en Veracruz. Además, es considerado un represor por su pueblo, cada vez más harto e iracundo.”

“Siente que es López Obrador. Acapara los reflectores a la menor provocación. Proclive a las redes sociales, siempre pierde la oportunidad de quedarse callado. No entiendo como se describe como ‘docente por convicción’, si ni siquiera sabe hablar en público. Tiene pésima dicción y sus ideas son confusas, desordenadas, se agolpan en su cabeza, se atropellan.”

“Habla sin pensar en lo que dice. Cambia los tiempos de los verbos y se mueve del singular al plural sin razón. Titubea y, de pronto, pierde el hilo de lo que está diciendo. Se ha vuelto famoso por sus dislates, que lo hacen parecer atarantado.”

Alejandro Cacho también señala que, cada vez que habla en público, es exhibido en los medios nacionales, puesto en ridículo y ha sufrido muchos reveses por la realidad cotidiana.

El columnista Arturo Reyes Isidoro, calificó a la campaña mediática de desprestigio emprendida por el gobierno de Cuitláhuac en contra de su correligionario Sergio Gutiérrez de “blandengue, insípida y de pena” y “que la arremetida oficial en su contra fue como echarle más gasolina al fuego, que parecía que ya se apagaba” y “destapó la fragilidad política de la administración estatal”.

Por su parte, Mussio Cárdenas Arellano en su columna del 28 de octubre escribe: “Hay motín a bordo. Y la nave de Morena se cimbra. Y su dueña, Rocío Nalhe, avista una tripulación dividida y enconada, sin control, al tiempo que el gobernador pierde el timón, sin atinar a desactivar, a inmovilizar, a neutralizar al diputado Gutierritos, el que dirige la asonada.” Que el pánico se debe a la incursión en Veracruz de Sergio Gutiérrez Luna, que vino a alterar el escenario de la sucesión, “robándole el reflector, las miradas, los aliados priistas, al empresariado, las mafias sindicales, los que operan o financian campañas, a la secretaria de Energía del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.”

Como podemos ver, la guerra sucia está con todo y se comprueba el dicho popular que dice “cuando las comadres se pelean, salen a relucir las verdades”. Porque el Movimiento Antorchista en Veracruz tiene ya tres años denunciando lo que ahora estos estos medios dicen sobre los gobiernos y funcionarios de Morena de Veracruz y del país entero: que la mayoría provienen de los partidos que ahora tanto critican, del PAN, del PRI o del PRD, son verdaderos chapulines disfrazados de izquierdistas, que ya en el poder se olvidan de las masas trabajadoras, enseñan su verdadero rostro, son un grupo de ambiciosos de poder y de dinero, iguales o peores que los de las anteriores administraciones. Alejados de las masas populares y enemigos del derecho de organización, pues el pueblo organizado y consciente les estorba para la realización de sus oscuros y perversos intereses. Gente de este tipo no debe seguir gobernando Veracruz.

Por ejemplo, Rocío Nahle, que es la candidata del equipo del gobernador, es la que supervisa cada 8 días la construcción de la refinería de Dos Bocas y el pasado 15 de octubre la Auditoría Superior de la Federación señaló que existe falta de transparencia y rendición de cuentas en el otorgamiento de contratos a una de las empresas constructoras. En la prensa nacional también existen acusaciones de que con dicha obra ha beneficiado con contratos millonarios a empresas, creadas al vapor, de sus compadres y familiares directos.

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