Al gobernador Cuitláhuac García le dolió hasta el tuétano que 3 mil maestros del SNTE se congregaran en torno al diputado federal Sergio Gutiérrez Luna, para escucharlo hablar sobre el Presupuesto de Egresos de la Federación, porque jamás han tenido esa deferencia con él en los tres años que lleva sentado en la silla más importante de Palacio de Gobierno.
Aunque trató de disfrazarlo con desdén no pudo ocultar su enojo.
“No lo conozco, la verdad. No es diputado de Veracruz, es diputado del Estado de México. Ganó la diputación por el Estado de México y se reeligió como diputado del Estado de México; por eso no tengo relación con él, no tengo conocimiento de él. Sí, sé que es el presidente del Congreso; si me dicen su nombre, sí sé quién es, pero no lo conozco, no sé quién es, qué hizo, dónde estuvo”, dijo este lunes en conferencia de prensa.
Será el sereno, pero ese diputado al que dice no conocer anda haciendo mucho ruido en Veracruz. Tanto que sus apariciones son cada vez más rumbosas, como la del sábado anterior con los maestros en los terrenos de la Expo Feria Ylang Ylang.
Conforme pasan los días se esparce más el rumor de que al ingeniero mecánico electricista le van a pedir que deje la gubernatura a cambio de una oficina en la Ciudad de México y no le quedará otro remedio que aceptar.
¿Será?
Pudiera ser, lector.
Cuitláhuac no ha dado una como gobernador. Puede ser una excelente persona, buena onda, amigo de sus amigos, pero como mandatario estatal es una nulidad y su permanencia pone en riesgo la continuidad de Morena en Veracruz después del 2024.
Hablando en plata, Cuitláhuac es un peligro para la 4T y mientras más permanezca en la gubernatura más debilitará a su partido. De ahí que estén viendo en Gutiérrez Luna una opción para sacar la nave a flote y que Rocío Nahle no llegue con tantos sofocones al 2024.
Nunca que se sepa, un diputado federal había recibido tanto apoyo del presidente en turno como lo está recibiendo Sergio de Andrés Manuel López Obrador. “Tanto es el apoyo que Cuitláhuac ya oye pasos en la azotea” me dijo un analista político.
Y sí, ya debe oírlos.
Sólo así se explica que no quisiera recibir al legislador cuando éste trató de informarle el motivo de su visita a la entidad. Sólo así se explica su larga y cantinflesca respuesta a los reporteros en lugar de contestar con un simple: “viene a hablar sobre los beneficios del Presupuesto de Egresos de la Federación” y ya.
Repito lector, cada día se escucha con más fuerza que Sergio sustituirá a Cuitláhuac y si para eso se tiene que hacer una elección extraordinaria se hará y punto. Ningún político de oposición querrá hacerla de comparsa y lo dejarán pasar, porque los que anden en busca de la gubernatura se reservarán para el 2024.
En contrapunto, hay quienes lo ven como candidato en tres años. Pero para dentro de unos meses o para el 2024 lo cierto es que la gran mayoría lo ve en la jugada.
Mientras son peras o manzanas, el legislador federal es tema recurrente en los corrillos políticos y el molesto dolor de muelas que tiene al gobernador de un humor de los mil diablos.
Con 53 años cumplidos Cuitláhuac dijo que ha estado en la lucha por la transformación de Veracruz desde hace 36 y en todo ese tiempo nunca vio al legislador oriundo de Minatitlán. Quizá por eso debe tenerlo fuera de sus casillas que Sergio Gutiérrez con apenas cuatro años en Morena, lo pueda botar del cargo.
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