Científicos de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche (Alicante) han logrado estimular la visión de una mujer ciega mediante un implante cerebral. Bernadeta Gómez, una voluntaria valenciana de 57 años, ha conseguido percibir formas simples y legras, según el estudio que acaba de publicar la revista Journal of Clinical Investigation.

El proyecto, dirigido por el catedrático de Biología Celular Eduardo Fernández Jover, del grupo de Neuroingeniería Biomédica de la UMH, consiste en la inserción de un dispositivo con un centenar de micro electrodos intracorticales en la corteza cerebral. El implante logra estimular de forma directa la corteza cerebral de forma que se producen percepciones visuales con una resolución mucho más alta de lo que se había conseguido hasta la fecha, ya que la voluntaria fue capaz de percibir letras e identificar la silueta de algunos objetos. Incluso, dependiendo de la intensidad del estímulo eléctrico, percibió distintos colores, a veces blanco, amarillo o sepia.

En diciembre de 2020, se realizó con éxito y por primera vez un experimento parecido con primates que no eran totalmente ciegos, para lo cual se usó un implante de más de mil electrodos que permitió a los animales percibir formas, movimiento y letras.

“Vemos con el cerebro”

En una entrevista En Casa de Herrero, Fernández Jover ha recordado que “no vemos con el ojo, vemos con el cerebro” y que el experimento consiste “en cierta manera en un bypass”. Los investigadores mandan la información del exterior “a la parte del cerebro que procesa la visión”, lo que arroja resultados esperanzadores para “cualquier tipo de ceguera”, especialmente para personas que sufren “una degeneración muy grande del ojo” como las causadas por glaucomas avanzados que en la actualidad no cuentan con alternativas.

En cualquier caso, el investigador ha pedido “no crear falsas exceptivas” y “ser realistas”: “Estamos al principio del camino, hay que recorrerlo y hay muchas preguntas que resolver”. Hace falta, según ha dicho, “más información” para saber, por ejemplo, si estos resultados “se pueden reproducir en más personas”, si hay “variabilidad”, y desarrollar “nuevas estrategias y herramientas”. En su opinión, no se llegará a ver así “como ves tú o yo”, pero sí se podría proporcionar a personas ciegas “información útil para la orientación y la movilidad” y quizás “leer caracteres grandes o percibir si hay una persona delante”. “Va a ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas ciegas”, ha augurado.

Durante seis meses, los científicos realizaron distintos experimentos en forma de juegos en los que la voluntaria tenía que intentar reconocer letras, la posición de los estímulos y la forma de distintos objetos, y estas pruebas se repitieron varias veces para ver y los posibles cambios. El dispositivo consiste en una pequeña matriz tridimensional de 100 micro electrodos de solo 4 milímetros de lado, con electrodos de 1,5 mm de longitud.

Otra de las conclusiones del estudio es que este implante no afecta a la función de la corteza cerebral ni a la de las neuronas que se sitúan próximas, puesto que “la cantidad de corriente eléctrica necesaria para inducir percepciones visuales con este tipo de microelectrodos es mucho menor que la que se necesita con los situados en la superficie del cerebro, lo que se traduce en una mayor seguridad”.

El sistema incluye, en unas gafas convencionales, una retina artificial que emula el funcionamiento del sistema de visión humana, de manera que transforma el campo visual en impulsos eléctricos para estimular las neuronas.

“Gracias a ello, la persona implantada ha sido capaz de reconocer diversos patrones complejos de estimulación y percibir con precisión formas y letras”, ha incidido el científico de la UMH, cuyo equipo ha creado varios videojuegos, uno parecido al clásico Pac-Man (“Comecocos”) y otro basado en Los Simpson.

libertaddigital.com

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