A una semana de que se cumplan dos meses del paso del huracán Grace por el estado de Veracruz, los estragos políticos siguen creciendo, el poder destructor del fenómeno meteorológico arrasó con el patrimonio de familias enteras en el norte de la entidad, acabó con sembradíos y todavía sus efectos, aunque se comienza a ver lejano, siguen creciendo.

La emergencia sacó lo mejor y lo peor de nuestros servidores públicos, funcionarias y funcionarios exhibieron su ignorancia y falta de experiencia en temas de protección civil y prevención de riesgos, luego por llenarse la boca de austeridad, gracias a la víscera de nuestro señor presidente que eliminó de tajo el FONDEN, no supieron de donde jalar lana y no la tuvieron lo más rápido posible hasta que Papá Federación dió permiso de mover recurso; a pesar de las buenas intenciones y reacción de la Secretaría de Finanzas en Veracruz, y su titular José Luis Lima Franco, quien nuevamente sacó números y anunció un buen monto de pesos del erario veracruzano para ocuparlo en apoyar a la población afectada.

Al día de hoy la inexperiencia en estos asuntos de reacción ante emergencias sigue creciendo, pues unos 2mil 500 afectados de la zona norte de Veracruz no han recibido apoyo de la Secretaría del Bienestar, dato reconocido por el delegado regional de esa dependencia Emilio Olvera, quien acepta que ciudadanas y ciudadanos le han externado su inconformidad por no tener todavía el apoyo prometido por el presidente de la República.

A pesar del censo tan presumido como mecanismo de transparencia y apoyo sin intermediarios, por un «detalle» administrativo muchas ciudadanas y ciudadanos no han recibido el esperado apoyo de 35 mil pesos que, el único gobierno que ha puesto primero a los pobres, les habían prometido. Eso si, al darse cuenta de la tremenda torpeza, el delegado de la Secretaría del Bienestar señala que las manifestaciones y bloqueos han sido orquestados por personajes que buscan beneficio político de la tragedia. Además de ineptos, chillones.

En lo que se hacen bolas en lo federal, en el gobierno estatal nadie ha tenido el valor de acudir frecuentemente a supervisar el desarrollo de la reconstrucción y otorgamiento de apoyo, solamente fueron para la foto y ya. Únicamente ha hecho gira constante por esos municipios, donde Grace destruyó viviendas, plantíos y escuelas, el secretario de educación Zenyazen Escobar; con todo y su dificultad para desplazarse por una lesión en el pie izquierdo, el hombre no ha sentido temor de escuchar los reclamos en la cara, ha tenido la sensibilidad política y el tacto para dialogar con la sociedad veracruzana, siempre poniendo por delante al Gobierno de Veracruz y Cuitláhuac García, con una institucionalidad de político veterano.

Ni la titular de Protección Civil, a quien «de cajón» le hubiera tocado prácticamente mudarse a la zona afectada por una buena temporada, ni al titular de SIOP, ni al responsable de la política interna Eric Cisneros, se les ve ensuciarse los zapatos y «sudar la camiseta» de la 4T. Escobar García ha estado pendiente de lo que le toca, y más, pues los daños en la infraestructura educativa fueron grandes; mil planteles afectados que serán remodelados con 231 millones de pesos de los fondos del Programa de Apoyo a la Comunidad desde el Sector Educativo Veracruzano.

Se puede jugar a ser político, muy fácil, desde una cómoda oficina, mandando, ordenando, presumiendo trabajo detrás de una computadora; pero hacerlo en serio es para profesionales. Ya veremos durante la segunda mitad del sexenio de Cuitláhuac García los resultados del daño político a muchos de sus «colaboradores», mientras los de confianza y trabajo cercano a la sociedad siguen adelante, apuntalando el proyecto de García Jiménez y la 4T. Y si MORENA quiere seguir el frente del gobierno en el estado de Veracruz necesitará a esos profesionales, nuevamente, como sus candidatos, personajes políticos hechos en el estado, reconocidos por la ciudadanía gracias a su trabajo en el territorio.