Fueron tres años y diez meses los que el ex alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez, aguantó candela por parte de su sucesor Hipólito Rodríguez Herrero, que llegó con la consigna (impuesta por él mismo) de descubrir “la corrupción y el latrocinio” de su antecesor, darle difusión mediática y demandarlo penalmente para meterlo en prisión.
Pero no pudo, nomás no pudo.
“Y vaya que le buscamos ¿eh?, vaya que nos afanamos. La orden era buscar hasta debajo de los muebles de Palacio Municipal cualquier indicio de las pillerías de Américo, pero no encontramos nada… nada de nada”, me dijo hace meses y me lo reafirmó este lunes un exfuncionario del Ayuntamiento.
“¿Cuándo comenzó la ojeriza de Hipólito contra el exalcalde?”, pregunté.
“Desde la campaña. Hubo gente que se le acercó para decirle que Américo hacía transas en la CMAS, en la Tesorería; que había inflado costos en las obras, que hacía negocios en lo oscurito y uno de ellos era el basurero de El Tronconal”, me contestó.
“¿Quién era esa gente?”. “Eran sujetos que quisieron pegársele, gente que le dijo que conocía las movidas de Américo, lo que me extrañó porque no supimos de nada anormal durante la entrega-recepción. Pero Hipólito quería su cabeza; Américo se convirtió en su principal obsesión y terminó siendo su más grande frustración”, fue la contestación.
Américo aguantó los embates mediáticos que lo siguieron hasta Puebla donde fue delegado estatal del PRI. Nunca pidió ejercer su derecho de réplica y nunca le reviró al alcalde. Simplemente guardó silencio y esperó.
Pero la espera terminó la semana anterior cuando en reunión con periodistas habló y habló fuerte… como para que lo escuchara el alcalde. “Hipólito ha sido una desgracia para la ciudad; hizo que decreciéramos diez o doce años”, dijo de entrada Zúñiga Martínez.
Recordó que Hipólito presumió hace unos días que en los cuatro años de su administración se gastó mil doscientos millones de pesos en obra pública. “Habría que recordarle que en la pasada administración encabezada por un servidor, se invirtieron dos mil cuatrocientos millones de pesos en ese renglón”, comentó el ex alcalde.
Y casi a renglón seguido lo remató: “Hipólito Rodríguez incrementó la deuda, aumentó pasivos, incrementó laudos, incrementó el equipo administrativo y creció la nómina”. Y ni cómo rebatirle con la cantidad de aviadores que hay en el Ayuntamiento.
Lo que son las cosas, lector. Hipólito hurgó en todos lados y no encontró nada fuera de lugar heredado por su antecesor. En contrapunto su sucesor, Ricardo Ahued, no tendrá problemas para conocer el resultado de las auditorías que ordenará al Cabildo.
Veremos el próximo año qué tanto salpica al xochimilca la porquería que saldrá de las cloacas del Ayuntamiento que aún encabeza.
Promete Zenyazen que escuelas afectadas quedarán al cien
Casi desde que golpeó en Veracruz el huracán Grace, el titular de la SEV Zenyazen Escobar, ha recorrido las escuelas afectadas. El problema es que son muchas, más de mil y no están cerca. La semana anterior estuvo en el norte de la entidad donde dijo a padres de familia y docentes que no están solos ya que recibirán todo el respaldo del gobierno de Cuitláhuac García.
El funcionario adelantó que serán 213 millones de pesos los que se invertirán en la rehabilitación de las escuelas y expuso que los recursos serán destinados a través del Gobierno del Estado y la SEV. Agregó que la SEV dispondrá de ese dinero a través del Programa de Apoyo a la Comunidad desde el Sector Educativo Veracruzano (PACSEV) y los 213 millones son “para empezar a trabajar”.
Zenyazen visitó escuelas en los municipios de Cazones de Herrera, Poza Rica y Tihuatlán donde, como en otros lugares, el diálogo con padres y maestros fue la parte medular de su actividad. A estos les manifestó que las visitas a las zonas afectadas serán constantes hasta asegurarse que las escuelas funcionen al cien.