Cargando un largo historial de descuentos por créditos obtenidos de manera personal con diversas empresas crediticias, la maestra jubilada María Luisa Vera Martínez, con el apoyo de los dirigentes de la agrupación El Barzón, pretende que le anulen los descuentos que le hacen a sus ingresos con argumentos difamatorios en contra de las instituciones como el IPE, poniendo por delante su situación de padecer una enfermedad grave que requiere de recursos para adquirir los medicamentos ya que  los descuentos que le hacen por prestamos que ha solicitado se le va el noventa por ciento de su percepción.

Esta maestra que ha sorprendido a diversos medios de comunicación que le han publicado sus mentiras, entre ellos este portal informativo, no aclara que los acuerdos que ha hecho con las financieras se dan entre el particular y los propietarios o promotores de los créditos, en eso no interviene el Instituto de Pensiones del Estado en nada. Tampoco acepta que El Barzón no acepta ser su representante y que los descuentos a su pensión son en función de los créditos que ella solicitó mediante una operación entre particulares: ella y la empresa, sin la intervención de nadie más.

María Luisa Vera asegura que el Instituto de Pensiones se coludió con algunas empresas por lo que se niega a apoyar a las personas pensionadas y jubiladas, lo que es totalmente falso, si ella pidió prestado tiene que aceptar cumplir con el pago de sus deudas y no intentando, mediante calumnias y difamaciones, que sean las instituciones las que asuman sus compromisos, eso es absurdo.

Instituciones como la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de Usuarios de Ni los Servicios Financieros (Condusef), ni la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) ni el Instituto de Pensiones (IPE), tienen facultades y menos obligación de intervenir en un acuerdo entre particulares para que les autoricen préstamos, esas no son sus funciones, es responsabilidad única de quienes (jubilados en este caso) se acercan a los representantes de los negocios crediticios para comprometer sus pensiones a cambio de un dinero que al momento les entregan pero después, cuando tienen que liquidarlo se resisten como es el caso de la maestra María Luisa Vera Martínez.

Por lo que hace a los tratamientos médicos que los pensionados requieren cuando padecen alguna enfermedad, ahí están las instituciones de salud, de las que son derechohabientes, para que los atiendan como es su obligación. No es haciéndose pasar por mártir para exigir que le retiren los descuentos que le hacen por créditos que pidió, eso es absurdo.