No es futurismo, estamos seguros que es algo que pasa por la cabeza del equipo actual en el gobierno de Veracruz; más de un funcionario o funcionaria debe estar preguntándose algo así como: ¿Mi trabajo por el proyecto vale menos que lo que una foránea hace una oficina en SENER?

Y esa es la pregunta del millón, la que deberán poner sobre la mesa en el justo momento de medir fuerzas para decidir la  próxima candidatura al gobierno de Veracruz por MORENA; aunque sabemos que la carta mayor se jugará por el dueño y fundador de esta franquicia política dedicada a la transformación, Andrés Manuel López Obrador deberá dar el visto bueno, como lo hace para todo, y escuchará únicamente a quienes siempre le endulzan el oído.

Si López Obrador honra la preferencia que tiene por Cuitláhuac García Jiménez, algo que el presidente ha expresado públicamente, debería tomar en cuenta la opinión del actual gobernador de Veracruz, en el momento indicado. Si de justicia y reconocimiento hablamos, serían pocos quienes pudieran destacar como buenos elementos del equipo de Cuitláhuac, en este espacio y otros medios se ha comentado que José Luis Lima Franco es un muchacho con un alto perfil técnico en el tema de las finanzas, uno de los pilares del cumplimiento de objetivos de campaña, pues el orden en las finanzas era un pendiente urgente y un ofrecimiento de Cuitláhuac García para la sociedad veracruzana, ese compromiso está saliendo adelante gracias al titular de SEFIPLAN, quien hasta tiempo se da de echar una cascarita de basquet porque los resultados de su gestión es de lo poco presumible en el Ejecutivo de Veracruz.

Es mas, hasta el mismo chaperón de Nahle, Eric Cisneros, como Secretario de Gobierno ha hecho o que la señora zacatecana no, recorrer territorio; caminar el estado es fundamental en el complejo, y diverso, escenario político veracruzano. «Santo que no es visto, no es adorado», eso le resta muchísimo a Rocío Nahle, su territorio de acción únicamente han sido las zonas petroleras del sur, porque su jefe López Obrador la ha traído a dar la vuelta y desquitar el nombramiento, algunos de sus compadrazgos podrían darle cierto nivel de exposición, pero no lo suficiente, por ahora no.

Y la lista de buenos elementos sigue, aunque es breve; vaya, hasta Cazarín tendría más méritos; y no dejemos fuera de la jugada, si de resultados, disciplina, respeto por el encargo y fidelidad el proyecto de Cuitláhuac se trata, a Zenyazen Escobar. El encargado del ámbito educativo en Veracruz ha tenido en sus manos pura papa caliente, asuntos inesperados, presiones sindicales charras; y, a diferencia de otras administraciones, todo lo relacionado al magisterio y la infraestructura educativa avanza; a ello le sumamos que recorre el estado frecuentemente, tiene sensibilidad política, experiencia parlamentaria, buen trato con la ciudadanía, reconocimiento a su trabajo de parte de la Federación y la SEP. No es un secreto que Escobar García y Lima Franco son cercanos al gobernador del estado, sus mejores cartas, de las oficinas que dirigen siempre sale la mayor cantidad de cifras y material para los informes del Gobierno de Veracruz. ¿Apoco eso no les valdría para merecer la oportunidad?

Mas evidentes no pueden ser las intenciones, de un grupo del morenismo en la entidad, por encumbrar a Rocío Nahle, seguramente en busca de que se la candidata al gobierno en la sucesión de Cuitláhuac García; y la hoy Secretaria de Energía no se está dando cuenta que la están quemando de gratis con esas estrategias facilonas del lechero en la parroquia, los versos lambiscones, mientras su jefe y el gober cumplían con los objetivos de una visita presidencial. Por más porras que hoy puedan aventarle a Doña Rocío, al día de hoy no es un personaje político con arraigo en el estado, «no hace click» con la gente, siempre declara a la defensiva.

Si desde ahorita, como servidores públicos del Gobierno de Veracruz, hay una red operando en favor de Rocío Nahle, estamos ante una infame muestra de deslealtad a Cuitláhuac García; si no les ponen freno entonces, en un par de años, veremos al morenismo veracruzano inmerso en batallas tribales, y a Nahle y ahijados poniendo en práctica la máxima de «divide y vencerás».