Uno de los dichos favoritos que el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán siempre les repetía no sólo a sus colaboradores sino también a sus adversarios políticos era el de que “el buen gavilán nunca chilla”.
Y es que a lo largo de su trayectoria como funcionario de la administración pública federal, diputado al Congreso de la Unión en cuatro ocasiones, senador y finalmente como gobernante, el ex mandatario priista siempre tuvo que lidiar con todo tipo de críticas –algunas bien merecidas y otras injustas– en los medios de comunicación.
El comentario se hace porque también como buen gavilán, la secretaria de Energía, Rocío Nahle García, no chilla ante las críticas inmerecidas que desde la semana antepasada ha recibido por haberse reunido en privado con la magistrada Isabel Inés Romero Cruz, presidenta del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Estado.
Pero la senadora de Veracruz con licencia está siendo injustamente cuestionada porque de manera equivocada se informó que el pasado martes 14 de este mes, de manera sorpresiva, había acudido a la sede del Poder Judicial del Estado en la ciudad de Xalapa, lo que obviamente desató todo tipo de especulaciones e interpretaciones en su contra, pues los más acuciosos analistas políticos se preguntaban qué tenía que hacer una funcionaria federal del ramo de energía en la sede del PJE supuestamente autónomo.
Se le acusó no sólo de haber incurrido en una groserísima intromisión sino también de que ya andaba abiertamente en precampaña por la candidatura de Morena al gobierno de Veracruz en 2024 y que, de forma desbocada, estaba atropellando las más elementales reglas de respeto institucionales y políticas, haciendo ver al gobernador Cuitláhuac García Jiménez como un florero.
En lo que sí tuvieron razón fue en señalar que la presidenta del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Estado no se respeta ni se da a respetar, al permitir que invadan su esfera de poder, autónoma, y que la utilicen para propósitos propagandísticos preelectorales.
Y es que ahora se ha confirmado que no fue Rocío Nahle la que acudió a la sede del Poder Judicial del Estado en Xalapa sino que fue la magistrada Romero Cruz la que visitó a la en la avenida Insurgentes Sur número 890, en la Colonia del Valle Centro, de la alcaldía Benito Juárez, en Ciudad de México.
La evidencia es la fotografía que la propia presidenta del PJE subió a su cuenta de Twitter, en la que se observa sobre su pecho el gafete de “visitante”. Chabelita agradeció las “atenciones y apertura al diálogo” de Nahle, expresando escuetamente que su reunión con la titular de la Sener fue “con la finalidad de refrendar el trabajo coordinado, avanzar en la construcción del Estado de Derecho y generar bienestar a los veracruzanos”, entre los cuales se contaría ella también, ya que, según trascendió, la magistrada habría recurrido a la fuerte aspirante a la gubernatura de Veracruz para no ser removida de la magistratura y de la titularidad del Poder Judicial antes de 2024.
Y es que Romero Cruz no quiere jubilarse en abril de 2022, cuando cumplirá los 70 años de edad, tal como el 16 de agosto pasado paradójicamente obligó a la magistrada Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros a su “retiro forzoso”.
Como se recordará, la magistrada Castañeda recibió en esa fecha un oficio firmado por la presidenta del Poder Judicial, informándole que quedaría imposibilitada legalmente para continuar ejerciendo el nombramiento que le fue otorgado.
“Se le comunica que de inmediato deberá hacer entrega de la oficina y demás mobiliario que tenía a su cargo a personal de la Contraloría General del Poder Judicial del Estado, en atención a que al actualizarse la hipótesis legal del retiro forzoso, por Ministerio de ley, cesan sus funciones, razón por la que no puede continuar como magistrada en activo”, se puntualizaba en dicho documento