A más de uno le llegó un poco de optimismo al ver la fotografía del alcalde electo de Xalapa, Ricardo Ahued, junto al Secretario de Finanzas y Planeación del Gobierno de Veracruz, José Luis Lima Franco; la gráfica proyecta coordinación, trabajo, entendimiento, objetivos comunes en favor de la capital del estado.

“Cosas buenas vendrán para Xalapa” es la cita usada como cabeza de nota, como posteo de redes, frase trillada a más no poder, el recurso facilón como de futbolista en la entrevista canchera: y bueeeeno hoy no nos salieron las cosas, aunque nos esforzamos hoy no se nos dieron las cosas, el triunfo refleja buenas cosas. La verdad es que si necesitamos que algo bueno pase en Xalapa y don Ricardo ya está desde hace algunos meses preparando el trabajo, el diagnóstico no debe quedar únicamente en los baches, la ausencia de obra, la ausencia de gobierno municipal; pocas administraciones han dedicado recursos para proyectos de verdadera trascendencia e impacto social, y se espera que Ahued con su equipo lo haga.

La reunión y las fotos son lo de menos, el breve mensaje es lo importante; en el encuentro también participó personal de la Secretaría de Obras Públicas e Infraestructura del gobierno estatal, según Lima hicieron una revisión de los esquemas de colaboración para inversión pública, con el fin de mejorar la infraestructura de Xalapa. “No se
escatimará para Xalapa sólo lo que le corresponde en el Presupuesto Anual, sino que
incluso se puede acceder a esquemas de participación público-privada, por ejemplo, o
concesiones, participaciones federales o estatales”, afirmó el titular de SEFIPLAN. O sea, le van a entrar con billete y darán obra para que se note un verdadero trabajo en nuestra capital, algo que no debería parecer extraordinario, sino parte del trabajo cotidiano en la administración pública; resulta destacado porque el alcalde saliente, Hipólito Rodríguez Herrero, ha hecho poquito, se la ha llevado de bajadita con proyectos en zonas específicas y se le olvidó que se gobierna para toda la ciudad.

Esa mañana y medio día del 22 de septiembre, mientras Lima y Ahued veían cómo hacer la chamba del Doctor Hipólito; el distinguido alcalde xalapeño acudió a un evento de la SEV y luego recorrió, según supervisando la obra, la Casa de Día para adultos mayores que se encuentra cerca del fraccionamiento Jardines de Xalapa. En lo que unos futureaban, Hipólito administraba su apretada agenda.

Si se supone que Lima, Ahued y “el Doctor” pertenecen al movimiento cuatrotero, y están unidos en el rumbo de la transformación, ¿por qué no lo invitaron al tan productivo encuentro?. Alomejor es que le iban a enseñar el catálogo de baches Xalapa 2021, o fue que Hipólito no quizo ir para que no le fueran a robar sus probadas estrategias de gobernanza y desarrollo municipal. Más que la falta del susodicho alcalde saliente, destaca la ausencia de cortesía política entre correligionarios; aunque se trate de uno de los peores alcaldes de Xalapa, parece que no le corrieron la invitación, ni si quiera lo mencionaron, y eso exhibe más a los anfitriones que a ausente, a ese ya lo conocemos.

Afortunada la ciudadanía, hoy podemos decir que tenemos dos alcaldes, y en verdad que es algo positivo; mientras Hipólito busca la forma de que el tiempo pase rápido; Ricardo Ahued empieza a tomar las riendas, manda señales directas para bajarle los humos a cualquier adelantado y José Luis Lima se codea con él porque sabe que los proyectos conjuntos no son una tomada de pelo.

Y bueno, parece que si, se vienen cosas buenas para Xalapa.