En su comparecencia en la Cámara de Senadores, la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Ícela Rodríguez mintió en el primer renglón de su discurso y lo demás fue retórica barata. “A tres años del inicio de esta administración podemos afirmar que el gobierno de México avanza en la construcción de la paz”.
Nótese el cinismo de la señora, lector. Vaya manera de construir la paz sobre las tumbas de 91 mil acribillados y los cuerpos de más de mil 800 mujeres asesinadas con saña.
Cómo puede hablar que se avanza en la construcción de la paz cuando 7 de cada 10 mexicanos se sienten inseguros en el lugar donde viven, cuando se cometen 180 secuestros diarios en promedio y cuando, dicho por ella misma, los feminicidios aumentaron un 11 por ciento.
¿A qué clase de la paz se refirió? ¿A la paz de los sepulcros?
No puede haber paz porque la violencia y la inseguridad ya son parte inherente de nuestra cotidianidad. Decir lo contrario, tratar de tapar los muertos, secuestrados y levantados con discursos insuflados no sólo es un despropósito; es un imperdonable desatino.
Cuando caminemos por las calles sin miedo, cuando podamos salir a un parque, teatro, restaurante, cine o antro sin temor a ser violentados. Cuando podamos viajar sin riesgo a que en la carretera nos atraquen o secuestren, cuando dejemos de llevar y traer a nuestros hijos de la escuela, entonces habremos alcanzado la paz. Una paz que hoy no es más que una añorada quimera.
En contrapunto con las mentiras de Rosa Icela, la senadora Lilly Téllez le restregó la realidad en la cara: “Millones de mexicanos creíamos que la frase abrazos no balazos comprendía un objetivo; lograr un país con más fraternidad y menos balaceras. Pero esa expresión es de hecho la proclamación del compromiso de la 4T con el crimen organizado. Es la declaración abierta del sometimiento de la fuerza pública a la fuerza de las mafias.
“Abrazos no balazos es una frase tan simplona como perversa, es una frase grosera… es la cínica confesión de que la 4T entregó la plaza a cambio de quedarse con el poder político”, dijo la legisladora.
Quiérase que no lector, me puse a pensar en López Obrador ya como expresidente, estudiando con sus abogados las estrategias a seguir contra las acusaciones penales que le caerán por racimos. Entre los enemigos que ha cultivado y cosechado, no faltará quien lo acuse de estar coludido con el narco.
“Claro que cabe esa posibilidad, cómo no, claro que sí. Cómo pensar de otra manera cuando los cárteles viven su época de oro mientras en Palacio Nacional miran hacia otro lado. Cómo no pensar así cuando el presidente otorga deferencias a los delincuentes que no tiene con policías, marinos ni soldados”, me dijo un analista político.
No se necesita ser vidente para saber que hoy nada cambiará, por desgracia. En varios puntos del país morirán acribillados entre 80 y 100 mexicanos, 10 mujeres serán asesinadas con violencia excesiva y habrá en promedio 180 secuestros. Mañana serán los mismos números, acaso con una ligera variante hacia arriba o hacia abajo. Pasado mañana igual y así…
Pero para la señora Rosa Icela Rodríguez la construcción de la paz avanza: “Abrazos, no balazos, no significa que estemos cruzados de brazos”.
Puro choro bananero. Lo patéticamente cierto es que no hay la mínima posibilidad en los próximos tres años de que la seguridad asome la cabeza sin que se la vuelen a balazos.
Este es el peor sexenio: Marlon Ramírez
Durante la guardia de honor realizada por priistas en el monumento a Miguel Hidalgo y Costilla del parque de Los Berros, el líder estatal del tricolor Marlon Ramírez, dijo que no es posible que Veracruz sea el segundo estado con mayor número de secuestros, segundo con el mayor número de extorsiones, tercero con mayor número de feminicidios y forme parte de las entidades con mayor número de homicidios dolosos. “Es el peor sexenio con cifras oficiales.”
En clara alusión a los funcionarios del gobierno estatal dijo que las decisiones públicas de muchas autoridades, atentan contra la justicia, la paz, la libertad, la independencia y el respeto, por los que lucharon nuestros héroes patrios.
Agregó que es inadmisible que los aparatos de justicia sean utilizados para acallar opositores, así como la mezquina injerencia del Poder Ejecutivo en la vida del Poder Judicial para amenazar veladamente la actuación de jueces que no cumplan instrucciones.
Reprobó además que los niños con alguna morbilidad de alto riesgo para los efectos de la pandemia, tengan que recurrir a amparos para obligar a las autoridades sanitarias y les sea aplicada la vacuna para prevenir el Covid. Dijo que se debe terminar con la falta de medicamentos que afecta a muchos veracruzanos, como los niños que padecen cáncer.
En relación a la carretera que se fracturó en el municipio de Alto Lucero a unos meses de su inauguración, dijo que el asunto se debe investigar ya que hay “una responsabilidad institucional y manifiesta” del gobierno de Veracruz, que debe interpelar a la empresa constructora a través de la SIOP.
“Cuando se hace una obra pública, se hace con dinero público, con impuestos de todos los ciudadanos y la responsabilidad en este caso es institucional y manifiesta. Hay que pedirle cuentas al Secretario de Infraestructura y Obras Públicas (Elio Hernández) y éste a su vez tiene que hacerlo con los contratistas”, indicó.