Este domingo, el vocero presidencial Jesús Ramírez dio a conocer una encuesta realizada por la consultora Parametría en la que se expone que la aprobación del trabajo del presidente Andrés Manuel López Obrador es de 73 por ciento, uno de los índices de respaldo popular más altos que ha alcanzado en los casi tres años que lleva su administración.

Por medio de redes sociales, el vocero presidencial dio a conocer los resultados de un ejercicio demoscópico en el que, ante la pregunta “¿usted aprueba o desaprueba la forma en que (…) realiza su trabajo?”, 73 por ciento avaló el desempeño del presidente López Obrador, de los cuales 28 por ciento lo aprueba poco y 45 por ciento mucho, mientras que sólo 23 por ciento lo desaprueba.

En tanto, el trabajo del gobierno federal en general es avalado por 65 por ciento de los encuestados, el INE por 58 por ciento y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación por 57 por ciento. Por el contrario, los ministros de la Corte, los gobernadores, alcaldes, senadores y diputados federales tienen menos de 50 por ciento de aprobación.

Este respaldo popular parece haber desanimado a los grupos empresariales y políticos antagónicos a su gobierno, que ahora están convocando a no participar en la próxima consulta popular de revocación de mandato del Presidente de la República, por lo que el jueves pasado el mandatario de Morena los cuestionó y retó a deponerlo democráticamente.

“¿Cómo quieren dirimir las diferencias si el mejor método es el democrático?, ¿cómo es que no están de acuerdo conmigo y cómo es que me quieren quitar?, ¿cuál es el medio que van a utilizar?, ¿van a seguir con la ‘guerra sucia’?”, los increpó.

“¿Qué tan demócratas son?”, preguntó López Obrador, quien rechazó los argumentos de los opositores que aseguran que esta consulta sólo polarizará más a la población.

El Presidente pidió a sus adversarios no tenerle miedo al pueblo. Y en alusión al empresario Claudio X. González Jr., principal promotor de la alianza “Va por México” entre PAN, PRI y PRD que enfrentó a Morena en las elecciones federales y estatales del 6 de junio pasado, dijo: “Entonces, cuando dice: ‘no vamos a participar’, ¿en qué quedamos?, ¿qué, no planteó que había que participar para que nos ganaran la mayoría en la Cámara de Diputados?”

“¿Se acuerdan de la tacita? (una imagen difundida por González Guajardo): ‘o le quitamos la Cámara o nos va a quitar el país’. ¿Yo qué les puedo quitar? Al contrario, hay gobiernos que quitan, y el gobierno que yo represento es uno que da al pueblo, que no le quita nada a nadie”, expresó.

Hasta ahora el presidente Andrés Manuel López Obrador parece imbatible, pero todavía faltan menos de tres años para elegir a su sucesor. Habrá que ver qué tanto lo pueden desgastar sus yerros, necedades y ocurrencias personales y los deslices y corruptelas de sus colaboradores y aliados.

Este lunes, por ejemplo, el senador panista de Veracruz, Julen Rementería, destapó el escandaloso caso de la contratación de 585 dudosos “médicos” cubanos que no pudieron acreditar su título profesional y por cuyos “servicios” el régimen de La Habana cobró casi 256 millones de pesos que la Secretaría de Bienestar canalizó a través del Gobierno de la Ciudad de México que encabeza Claudia Sheinbaum, la precandidata favorita de AMLO para sucederlo en 2024, filtración que parece haber salido de las entrañas del morenismo, cuyas dos principales facciones comienzan a disputarse ferozmente la herencia del poder a pesar del llamado conciliador de su jefe político.