Salvo algunos miembros de la élite del priismo, que cobran sueldos en las dirigencias nacional y estatales o que sin mayor esfuerzo obtuvieron diputaciones plurinominales en las nuevas legislaturas federal o locales, una buena parte de la militancia del tricolor no está conforme con la penosa situación por la que atraviesa actualmente el otrora partido hegemónico que durante más de 70 años gobernó ininterrumpidamente al país, desde la Presidencia de la República y con la mayoría de gubernaturas y alcaldías de los estados.
Por ejemplo, aparte del ex gobernador priista de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz, quien acaba de ser expulsado del Revolucionario Institucional por haber tomado violentamente las instalaciones partidistas para exigir la renuncia del dirigente nacional Alejandro Moreno por los “malos resultados” electorales, existe otro movimiento interno llamado “Plataforma PRI”, que encabezado por ex diputados y ex funcionarios como Fernando Lerdo de Tejada y Margarita Sánchez Gavito, pretende refundar al ex partidazo que en las elecciones de junio pasado perdió las gubernaturas de ocho estados donde gobernaba y sólo ganó 11 de las 300 diputaciones federales de mayoría relativa, entre ellas la del distrito electoral de Coatepec que únicamente pudo rescatar el popular ex senador Pepe Yunes Zorrilla en Veracruz.
En una reciente entrevista, Lerdo de Tejada, quien fue vocero de la Presidencia de la República en la administración de Ernesto Zedillo, reconoció que es urgente refundar al PRI porque “no está funcionando bien” y existe un “priismo vergonzante” debido a que “el partido está muy desacreditado”.
También reconoce que el Revolucionario Institucional no ha sabido ser oposición para hacerle contrapeso al poder apabullante del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien, por cierto, acaba de lanzarle una manzana envenenada al priismo con la invitación que públicamente le hizo al gobernador saliente de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, para que represente a su gobierno como embajador de México en España.
Habrá que ver si el grupo legislativo del PRI en el Senado que coordina el ex secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, avala el nombramiento diplomático de Ordaz Coppel, el cual deberá ser ratificado por el Pleno de la Cámara alta de Congreso de la Unión. Es posible que sí, pues como acusó Ulises Ruiz, “la dirigencia del PRI, encabezada formalmente por Alito Moreno pero dirigida en realidad por el grupo del expresidente Enrique Peña Nieto”, es sumisa al jefe político de Morena.
Y es que, hasta ahora, Quirino Ordaz ni siquiera ha sido llamado a cuentas por la dirigencia nacional sobre las denuncias que miembros de la estructura electoral priista en Sinaloa han hecho sobre el operativo que sicarios del cártel de Joaquín “El Chapo” Guzmán realizaron desde la noche anterior y durante los comicios del domingo 6 de junio para neutralizar la movilización del tricolor, favoreciendo obviamente al candidato a gobernador de Morena, Rubén Rocha.
Lo que precisamente el 23 de agosto pasado el líder priista Alejandro Moreno fue a denunciar ante la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA), en Washington, junto con los dirigentes nacionales del PAN y PRD, Marko Cortés y Jesús Zambrano.
Como se recordará, los líderes de los tres partidos que integran la coalición “Va por México” acudieron ante la OEA para denunciar la presunta intromisión del crimen organizado en los comicios de junio para favorecer a Morena, así como la intención del gobierno de destruir los órganos electorales y el acoso presidencial a medios de comunicación y periodistas.
Solicitaron al organismo internacional que designara una comisión de observadores que otra vez visite México para investigar estos hechos.
Según los dirigentes partidistas, en la pasada elección en la que se renovaron 15 gubernaturas y la Cámara de Diputados, el crimen organizado “apoyó, impuso, reprobó y asesinó aspirantes en la mayor parte de los estados del país”.
Los opositores al gobierno del presidente López Obrador visitaron Washington para entrevistarse con el secretario general de la OEA, Luis Almagro, para entregarle la denuncia, y posteriormente acudieron a la sede de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos donde se reunieron con la secretaria ejecutiva, Tania Reneaum, a la cual le entregaron también el archivo de 57 páginas que contiene el registro de mil 66 delitos y agresiones de tipo político en casi todo el país, exponiendo los casos ocurridos en siete estados, y que costaron la vida a 36 aspirantes a un cargo de elección popular.
En él se hace referencia concretamente a siete casos emblemáticos de la violencia criminal en las elecciones del pasado 6 de junio: Sinaloa, Estado de México, Guerrero, Michoacán, Guanajuato, San Luis Potosí y…Veracruz.
A través de Twitter, Alito Moreno ya desaprobó el nombramiento ofrecido por el presidente López Obrador al gobernador saliente de Sinaloa, ¿pero se atreverá a expulsar a Quirino Ordaz del PRI como acaba de hacerlo con el oaxaqueño Ulises Ruiz?
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