Héctor De Mauleón, columnista de El Universal, e Ismael Bojórquez, reportero del semanario sinaloense “Ríodoce”, publicaron con lujo de detalles cómo el cártel de Joaquín “El Chapo” Guzmán operó para Morena en Sinaloa.
Ambas versiones coinciden en que la noche del sábado 5 de junio, en unas horas, más de cien personas vinculadas al PRI fueron sacados violentamente de sus casas en Culiacán.
Hombres encapuchados y con armas largas rompieron las chapas y las sacaron a la calle semidesnudas. Las treparon a camionetas, les cubrieron el rostro con cinta canela, las amenazaron, golpearon e interrogaron sobre quiénes eran sus jefes, quiénes formaban parte de su estructura, dónde tenían el dinero con el que pagarían al día siguiente la comida de los funcionarios de casilla y con qué movilizarían a militantes y simpatizantes del PRI a las urnas.
Los operadores electorales del tricolor fueron llevados a casas de seguridad ubicadas en distintos puntos de la capital sinaloense.
Muchos de ellos, alertados por sus jefes inmediatos, se habían encerrado en sus casas. Pero fue inútil. Al secretario de Operación Política del PRI lo sacaron de su domicilio, pues poseía los datos, nombres y direcciones de sus colaboradores. Toda la información se la arrancaron a golpes.
“¿Quién es tu jefe? ¿A dónde ibas? ¿Con quién estabas? ¿Quién te estaba esperando? Dime nombres o no la cuentas”, lo amenazaron.
Todas esas personas violentadas que formaban parte de la estructura electoral del PRI fueron cazadas en las calles, en las esquinas, en sus propias casas. El objetivo era que no pudieran operar electoralmente al día siguiente.
El operativo le fue atribuido a los hijos del “Chapo” Guzmán: Iván Archivaldo, Jesús Alfredo, Edgar y… Ovidio, el protagonista del llamado “Culiacanazo” de octubre de 2019.
Los secuestrados fueron liberados una hora antes del cierre de casillas en una carretera, y recibieron cien pesos para que volvieran en taxi a sus domicilios.
Ninguna autoridad abrió una investigación. Por el contrario, desde el gobierno del priista Quirino Ordaz se giró la instrucción de guardar silencio sobre lo ocurrido, sin importar que los secuestrados fueran militantes de su partido.
Tampoco hubo un solo abogado interesado en interponer una denuncia.
De Mauleón relató que viajó a Culiacán para hablar personalmente con algunos de los priistas “levantados”. Todos le confirmaron lo ocurrido la noche del 5 de junio y la jornada electoral del día 6, “cuando el Cártel de Sinaloa operó para que en el estado arrasara Morena”, publicó. Todos ellos, también, le aseguraron al columnista de El Universal que “desde el gobierno de Quirino Ordaz la instrucción fue guardar silencio, dar vuelta a la página”.
Esta martes, sin embargo, luego de que el dirigente nacional priista Alejandro Moreno desaprobó el nombramiento de Ordaz Coppel como próximo embajador en España, el presidente Andrés Manuel López Obrador calificó de “inmoral e indigno” que el PRI amenace al gobernador saliente de Sinaloa con retirarle sus derechos políticos si acepta ser representante diplomático de México en el país ibérico. El mundo al revés.
Nahle no pierde el piso
Luego de que anteayer el exdiputado federal y excandidato de Morena a la alcaldía del puerto de Veracruz, Ricardo Exsome Zapata, declarara que de los aspirantes de su partido a la gubernatura de Veracruz “yo no veo más que a Rocío Nahle, es la candidata natural, no veo hoy a otros que se merezcan la candidatura”, este martes la secretaria de Energía, a pregunta expresa, declaró a una radiodifusora porteña que “nos falta mucho trabajo, al gobierno nos faltan tres años que tenemos que cerrar con mucho trabajo en el gobierno federal; en Veracruz, nuestro gobernador Cuitláhuac García Jiménez también, son tres años en lo que tendrá que cerrar, falta tiempo, yo les agradezco, pero sin embargo estamos trabajando, hay que pensar ahorita en dejar buenos resultados y lo demás ya veremos, no estamos pensando en eso, ahorita lo más importante es trabajar…”
La senadora con licencia dijo que “yo, Rocío Nahle, a todos los veracruzanos les agradezco la confianza que nos dieron para el Senado de la República; la maestra Gloria Sánchez, que es mi suplente, está haciendo un trabajo espléndido en el Senado, vamos a seguir dándole la cara a los veracruzanos; creo que es muy pronto, no es el momento y nos falta mucho trabajo, yo les agradezco mucho”.
¿Pero sí aspiraría usted Secretaria a la candidatura a la gubernatura de Veracruz? ¿Necesitaría del permiso del Presidente?, le insistieron a Nahle García.
“Creo que no es el momento ni el tiempo todavía para hablar de eso. Yo le agradezco a mi amigo Ricardo Exsome la deferencia. Tenemos mucho trabajo, hay que terminar esta responsabilidad que nos dieron y sobre todo ayudar al Presidente desde la Secretaría de Energía. Estoy ayudando para Veracruz y para todo el país, eso es lo más importante. Entonces no es el momento, creo que es muy rápido para hacer una opinión y, a final de cuentas, es nuestro trabajo que nos puede avalar y hay que ser prudente en eso”, respondió.
La ex diputada federal de Coatzacoalcos no se acelera y tampoco tiene por qué. Es una colaboradora y aliada leal al presidente López Obrador y a su partido Morena, que seguirá sirviendo al mandatario en la Sener o apoyará al instituto político en la contienda de 2024 por la gubernatura de Veracruz, su estado adoptivo, si es que las circunstancias así la requieren.
Y es que Nahle sabe que si por razones de equidad de género Morena debe postular a una mujer para relevar a Cuitláhuac García, ella tendría amplias posibilidades de ser la abanderada. Pero si no, su partido deberá nominar a otro de sus destacados militantes que en su oportunidad también levantarán la mano, como el diputado oriundo de Minatitlán, Sergio Gutiérrez Luna, actual presidente de la mesa directiva de la LXV Legislatura federal, o el alcalde electo de Xalapa, Ricardo Ahued, su ex compañero en el Senado, entre otros.
Lo que la secretaria de Energía parece tener claro es que para asegurar la sucesión presidencial y la gubernatura veracruzana en el próximo proceso electoral, las huestes de Morena deberán salir sólidamente unidas. Pero para ello no bastan los discursos, sino que también deben crearse las condiciones de equidad para todos los aspirantes, tal como lo han venido demandando también algunos prospectos para la Presidencia de la República como el senador Ricardo Monreal y el canciller Marcelo Ebrard ante la aparente ventaja que comienza a sacarles la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
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