El Presidente López Obrador aseguró el 25 de septiembre, diez días después de celebrarse la polémica rifa del avión presidencial, que «si desaparece el dinero pues tendría que renunciar el Presidente y el Fiscal, pero no sólo renunciar, sino ser procesados». Un año más tarde, cuando restan dos días para reclamarlo, escuelas y hospitales que resultaron ganadores no han recibido el dinero del premio

Este miércoles se cumplirá un año de la rifa; de los 13 hospitales que resultaron ganadores, cuatro no han recibido el premio económico, ocho ya lo recibieron pero no lo habían ejercido y sólo uno ya lo utilizó. Además, una escuela primaria en el estado de Puebla también estaría esperando la recompensa.

En el caso de Veracruz, por ejemplo, el Hospital General de Boca del Río, Veracruz, recibió los 20 millones del premio desde el pasado 19 de noviembre, sin embargo, hasta el pasado mes de marzo, el gobierno estatal no había aclarado el destino de los recursos que obtuvo como parte del premio, justificando estar “ocupados” atendiendo la contingencia sanitaria.

Lo mismo pasa a nivel nacional. Hasta ahora –seguramente el miércoles escucharemos una historia diferente- el Instituto Nacional para el Bienestar (Insabi) no tiene cómo comprobar que recibió el dinero que debió entregar a todos los nosocomios sorteados.

Hace tres semanas, en el noticiero matutino de Ciro Gómez Leyva, se confirmó que la Lotería Nacional informó que hizo entrega de 264 millones 131 mil 650 pesos a la Tesorería Federal, misma que hizo una transferencia por dicha cantidad al Insabi; sin embargo, el Instituto reveló que ¡no tiene ningún comprobante o una manera de demostrar que la Tesorería Federal le dio el dinero!

También se confirmó que los hospitales militares de Zona Ixcotel, Oaxaca, y Regional de Torreón, Coahuila, de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) aseguraron que no han recibido los 20 millones de pesos del premio de la rifa. En tanto, Daniel Díaz Martínez, secretario de Salud de Guanajuato, confirmó que la Unidad de San Diego de la Unión tampoco he percibido el recurso, porque “no hay reglas de operación”.

Mientras, el Hospital General de Jojutla, Morelos, se negó a proporcionar información al respecto; sin embargo, el personal médico reveló que no cuentan con insumos ni medicamentos, además el nosocomio se encuentra en malas condiciones.

Por otra parte, los hospitales que ya recibieron el dinero (181 millones de pesos en total), no lo han ejercido, porque en algunos casos se encuentra guardado en cuentas bancarias. El único nosocomio que ha ejercido el recurso es el Hospital de San Ignacio, Sinaloa, al que le entregaron el dinero desde el año pasado.

Hasta ahora, las cifras respecto de la rifa del avión sin avión siguen siendo un verdadero misterio. El Presidente López Obrador aseguró que el sorteo “fue un éxito” y que el avión “nos va a dar más de 4 mil millones de pesos y todo ese dinero es para la compra de equipo de hospitales públicos… Aquí vamos a dar a conocer la licitación por 4 mil millones, un poco más, en dos partes, primero vamos con 2 mil que ya se tienen”.

Sin embargo, la propia Lotería Nacional tiene otros datos. El gobierno federal aclaró que la rifa alusiva del avión presidencial tuvo un costo total de organización de 286 millones de pesos y que las ganancias ascendieron a más de 264 millones de pesos, es decir, la utilidad fue quince veces menos a lo que aseguró López Obrador.

También se les perdieron las vacunas

La negativa del gobierno de aplicar vacunas a menores de edad y el retraso en la aplicación de la segunda dosis a otros grupos de población tendrían una explicación tan simple como inverosímil: simplemente se perdieron millones de dosis.

Según el periodista Raymundo Riva Palacio, citando a funcionarios federales, nadie sabe en el gobierno dónde están millones de vacunas por las que la Secretaría de Hacienda desembolsó 44 mil millones de pesos y que tampoco se había iniciado una investigación para rastrear qué sucedió, deslindar responsabilidades y castigar a los culpables de esta “negligencia criminal”.

“¿Qué tantas vacunas que se informó que arribaron, nunca pisaron territorio mexicano? Realmente nadie sabe. Millones de vacunas que afirma la Cancillería compró, no aparecen. La Secretaría de Salud debería de tener el registro, pero las dotaciones que dice Relaciones Exteriores que le entregó, no parece tenerlas en sus inventarios”, relata el columnista.

Las acusaciones contras los niños y padres de familia que han recurrido al amparo para recibir la vacuna sólo es un distractor antes de que estalle el escándalo.

Las del estribo…

1. Ahora resulta que ni Julen Rementería ni Indira Rosales sabían lo que hacían cuando firmaron la carta con Vox de España. Les creo. No tienen formación ideológica ni política, sólo son un par de oportunistas ensoberbecidos por el poder.

2. Cuando ya han transcurrido dos semanas de clases, la SEV informa que de las 497 que fueron saqueadas durante la pandemia, sólo podrá atender 44, es decir, una de cada diez. Y luego no se explican por qué los padres de familia no quieren enviar a sus hijos a clases presenciales.

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