En un tema tan delicado como lo es el fallecimiento de menores de edad a causa del Covid19 es inaceptable la desinformación, no importa de donde venga.
El fin de semana, el médico cirujano pediatra y representante de la Sociedad Pediátrica de Xalapa A.C. Daniel Alejandro Chang Vázquez, aseguró que en los últimos tres meses, los casos de Covid19 en menores de edad se han triplicado en Xalapa y, en consecuencia, se ha registrado la muerte de algunos infantes contagiados con el coronavirus.
En entrevista aseguró que afortunadamente los menores que han sido atendidos en sus consultorios, la mayoría no cursaron cuadros graves de la enfermedad. Pero remató con una frase verdaderamente temeraria: “… pero hay niños complicados y me puedo atrever a decir que hay niños que han fallecido con enfermedad; y en los últimos tres meses se ha intensificado esta incidencia, este mayor número de consultas por niños que viene con síntomas respiratorios y que terminan siendo diagnosticados con Covid19” (AlCalorpolítico.com).
Entre atreverse a decirlo y comprobarlo puede haber una gran diferencia. Es un abismo entre la credibilidad profesional y la búsqueda de notoriedad mediática. Ayer el gobernador Cuitláhuac García lo desmintió durante su conferencia de prensa y pidió con justa razón que si el pediatra tiene otros datos, “pues que los muestre y demuestre”.
Esta vez al mandatario no le falta la razón, porque así tendríamos al menos dos certezas: el verdadero riesgo que están corriendo nuestros hijos y la veracidad de la información que difunde el gobierno estatal, y claro está, la comunidad médica en general. La pregunta subyace: ¿Han muerto niños a causa del Covid19 en Xalapa?
Este mismo lunes, la Secretaría de Gobernación Federal y la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) –organismo próximo a desaparecer- reportaron oficialmente la muerte de 29 niños, niñas y adolescentes veracruzanos durante lo que va de la pandemia.
El municipio con el mayor número de decesos de menores de edad es Veracruz con cuatro; le siguen Córdoba (3), Tuxpan (2), Coatzacoalcos (2), Martínez de la Torre (2) e Ixhuatlancillo (2), entre otros. Ninguno de ellos en Xalapa. El último menor de edad fallecido por el virus en nuestro estado tenía 13 años y era originario del municipio de Soconusco.
Además, según la Segob, los menores que dieron positivos a la enfermedad suman ya mil 104 en Veracruz, de los cuales 283 tienen edades de entre 0 a 5 años; 224 de 6 a 11 años y 597 entre 12 a 17 años, es decir, más de la mitad se encuentra en el grupo de edad que ya está recibiendo la vacuna en otros países.
Es posible que haya una mala interpretación en la declaración del médico pediatra y se refería a decesos en el estado y no sólo en la capital. De ser así, debió aclararlo a los medios que publicaron su nota. Estaría obligado a dar una explicación de sus dichos que no corresponden a las cifras registradas por el gobierno federal, las cuales –también hay que decirlo- tampoco son del todo confiables.
Por el bien de todos, la información que se difunde debe ser verídica y verificable, de lo contrario, se trata de una canallada.
Regreso a clases al borde del abismo
Una y otra vez, el gobernador de Veracruz aseguró que los niños y jóvenes sólo volverían a clases tras cuatro semanas continuas en semáforo verde. Este lunes entró en vigor el nuevo semáforo epidemiológico en el que 162 municipios se encuentran en color rojo (riesgo máximo) y los restantes 50 en color naranja (riesgo alto). Es la primera vez que ningún municipio alcanza siquiera el color amarillo.
Para desgracia de todos –estudiantes, maestros y padres de familia- el regreso a clases está al borde del abismo. En realidad, el gobierno estatal nunca se ocupó de reacondicionar los centros escolares para que volvieran a funcionar ni se establecieron protocolos de salud adecuados para los alumnos y docentes. Sólo acataron con obediencia ciega la instrucción impuesta desde palacio nacional.
Ignorar el riesgo epidemiológico de la variante Delta y la iracunda negativa de aplicar la vacuna a niños y jóvenes entre 12 y 17 años de edad han precipitado el fracaso del regreso a clases. Obligar a las escuelas que ya han registrado casos de Covid19 tampoco va a resolver el problema.
Las del estribo…
1. La esposa del Presidente ya se pronunció por el retiro de la escultura de Cristóbal Colón en el Paseo de la Reforma. ¿Se pronunciará también sobre la desaparición del Inmujeres y el Conavim?
2. Antes de entregarle contratos millonarios, nadie en Tabasco sabía que Felipa Obrador era prima del Presidente. Tampoco lo sabían en Pemex. No tardan en decirnos que ¡ni siquiera López Obrador sabía que era su prima!