En una publicación del pasado 17 de agosto de agosto en Voltairenet.org, el intelectual francés Thierry Meyssan, escribió que en “siglo XXI, sobre todo a partir de la epidemia del Covid-19, estamos viendo la brutal aparición de una quincena de grupos informáticos particularmente grandes alrededor de las compañías identificadas como GAFAM (Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft)”.
Agregó “el poderío de esos grupos ya es superior al de la mayoría de los Estados nacionales, tanto que no vacilan en censurar las ideas y personas que le desagradan, incluyendo las informaciones de los Estados sobre tratamientos médicos para el Covid-19 y hasta los mensajes del presidente en funciones de Estados Unidos.”
“Ningún político se atreve hoy a hacer esperar a Bill Gates (el fundador de Microsoft) o Jeff Bezos (el dueño de Amazon) si estos últimos los llaman por teléfono, mientras que ellos pueden darse el lujo de posponer o rechazar una llamada del presidente de Estados Unidos.”
“Estos personajes imponen al mundo su propia agenda -el transhumanismo- tendiente a convertirnos en animales informatizados mientras que los dirigentes de las grandes compañías tecnológicas pasan a ser considerados seres “superiores” que parten a la conquista del espacio”.
Derivado de esto, sostiene que tal poderío hace imposible el ejercicio de la democracia en los países, que por eso los electores asisten cada vez menos a las urnas y que el ideal democrático se ha hecho imposible ante el poder de las GAFAN.
Sostiene además, que esta situación va evolucionando con el paso de los meses y es de temer que se produzcan cambios terribles para nuestras libertades y medios de vida.
Y efectivamente, estos cambios son inaceptables porque existen gobiernos, que valiéndose de las GAFAM bombardean a la ciudadanía con información falsa, sobre sus acciones de supuestas obras y acciones en favor de la población, cuando en los hechos no están realizando prácticamente nada y están desviando el dinero del erario, de nuestros impuestos, para beneficio personal o de grupo y con fines clientelares, tal como sucede el día de hoy con el gobierno de Veracruz, encabezado por Cuitláhuac García Jiménez.
Todos los días aparecen anuncios en las redes sociales en los que se ve al gobernador, o alguno de sus funcionarios, anunciando obras en Veracruz o diciendo que se está combatiendo la delincuencia en el estado o que se atenderán a todos los damnificados por los fenómenos meteorológicos, como el huracán Grace, pero en la realidad, en los hechos, ni hay obras estatales de impacto que beneficien a la población ni disminuye la inseguridad y seguramente no atenderán los daños causados por el huracán, porque todos estamos enterados que el gobierno federal desapareció el Fondo de Desastres Naturales.
El gobierno de Cuitláhuac García está totalmente desprestigiado entre la opinión pública -basta leer los comentarios de los cibernautas en las redes sociales del Cuitláhuac-, y ellos mismos están conscientes de ese desprestigio, sin embargo, utilizan la mentira de manera sistemática, porque como dice el mismo López Obrador “una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”. Cuantas veces no hemos escuchado decir al gobernador “este crimen no quedará impune…” Por cierto, en el régimen de Hitler, la técnica de la mentira fue clave.
Ante el desprestigio, se apoyan en algunos medios de comunicación convencionales y en las redes sociales para manipular a buena parte de los lectores. Ante el desprestigio utilizan también la represión de todo tipo para someter a sus críticos.
En el gobierno de Cuitláhuac todo lo planean con base en la mentira y la represión. Sus ejecutores están en las Secretaría de Gobierno y en la de Seguridad Pública. Sobran ejemplos de esto, basta mencionar el encarcelamiento de líderes sociales con delitos fabricados, la amenaza a organizaciones políticas que exigen mejoras para sus comunidades, el retiro de las policías municipales o el uso del órgano de fiscalización en los municipios que quieren doblegar a sus intereses.El uso de los programas sociales con fines electorales, las mañaneras del presidente López Obrador, la participación de los narcos y las GAFAM, que fueron utilizadas para atacar los opositores del gobierno, borraron la democracia de México el pasado 6 de junio.
Por esto, si queremos una nación basada en el principio de la soberanía popular, la solución está en la toma de conciencia por parte de las clases trabajadoras de la manipulación a la que nos quieren someter las clases ricas de México y del mundo; en la participación activa en la solución de nuestros problemas, de manera organizada. La solución no está en las mentiras de individuos farsantes como los que gobiernan Veracruz ahora.
Separados no encontraremos una solución en lo inmediato a los graves problemas por los que estamos atravesando millones de veracruzanos.