No es un secreto la capacidad que tienen las baterías para contaminar, debido a sus compuestos químicos. Hallar una nueva opción resulta difícil, pero no imposible: un grupo de científicos creó una pequeña batería que requiere 2 ml de transpiración.
Es el primer paso para mayores objetivos.
Científicos de la Universidad Tecnológica de Nanyang, en Singapur, crearon esta batería de poco más de 2 centímetros que puede generar 20 horas de electricidad con el sudor. El dispositivo se une a un textil elástico y absorbente de la transpiración.
El invento es especial para los que utilizan, por ejemplo, relojes inteligentes mientras se ejercitan. La batería no posee metales pesados ni productos químicos tóxicos contaminantes.
La investigación se publicó en la revista especializada Science Advances.
Así se creó la batería que se potencia con sudor
“Las baterías convencionales son más baratas y más comunes que nunca”, señala Lyu Jian, uno de los investigadores, “pero a menudo se construyen con materiales insostenibles que son dañinos para el medio ambiente”.
Jian destaca que también son potencialmente peligrosos para la piel humana y los dispositivos, ya que una batería toda puede derramar líquidos tóxicos.
De allí los beneficios de la batería a sudor de la Universidad Tecnológica de Singapur. Pero, ¿cómo funciona? Vamos por partes.
Los científicos imprimieron electrodos en un textil estirable. Utilizaron una tinta especial con escamas de plata y poliuretano-acrilato hidrofílico.
Cuando estos elementos son expuestos a la salinidad del sudor, conducen electricidad, ayudados por su acidez y sus iones cloruro. La reacción química produce una corriente eléctrica que fluye entre los electrodos.
“Es una fuente de energía casi garantizada producida por nuestros cuerpos”, señala Pooi See Lee, otra de las investigadoras. “Esperamos que la batería sea capaz de alimentar todo tipo de dispositivos portátiles”.
“Nuestro dispositivo podría ser más duradero que la tecnología actual, ya que demostramos que podía soportar la tensión de las actividades diarias de un usuario y la exposición repetida al estrés o al sudor”, subrayó.
Los resultados de los experimentos
El dispositivo creado por los científicos de la Universidad Tecnológica de Singapur generó, en una prueba inicial, un voltaje de 3.57 V. Posteriormente realizaron un experimento con una persona que se ejercitó en una bicicleta estática por 30 minutos: alcanzaron 4.2 V, con una potencia de salida de 3.9 mW.
Esto es lo suficiente para alimentar un dispositivo sensor de temperatura que envíe datos a un teléfono inteligente a través de Bluetooth.
Los científicos que trabajaron con la batería a sudor
“La creación”, define Irene Goldthorpe, ingeniera citada por los investigadores, “convierte el sudor de un obstáculo en un activo”. Puede demostrar que mejora “la conductividad de las interconexiones impresas e incluso utilizando el sudor como electrolito en una batería portátil y flexible”.
“Esto puede abrir un nuevo paradigma en el diseño de la electrónica portátil”, considera la ingeniera.
El siguiente paso en la investigación es saber cómo el calor corporal puede afectar el rendimiento de la batería. ¿Tendrá futuro el invento? ¿Podrá comercializarse?
Fayerwayer