Vivimos días complejos de descifrar, mezcla de aflicción y de esperanza, de noticias terribles y de anuncios prometedores que nos llegan en una misma jornada y que nos ubican en esa bisagra inquietante del que no está perdido pero tampoco ha ganado.
Ni duda cabe que estamos en una batalla fundamental en nuestra guerra contra la pandemia de Covid-19. Mientras los contagios siguen avanzando, la vacunación hace lo propio.
Y no es que se trate de un contrasentido, ni que las vacunas no estén funcionando. Al contrario: las vacunas están salvando las vidas de las personas que ya habían recibido su inmunización y que, debido a ello, han presentado síntomas leves después de contagiarse.
Es la gente sin vacuna la que está en riesgo. Por eso es una gran noticia que este lunes, en algunos municipios, empezó la segunda aplicación para quienes tienen entre 30 y 39 años de edad. Y la noticia, todavía mejor, de que en los próximos días anunciarán la fecha para vacunar a las personas jóvenes de entre 18 y 29.
El problema es que bajemos la guardia. Es como traer puesto el cinturón de seguridad y pensar que por eso podemos viajar a 200 kilómetros por hora –y miren que yo de más joven llegué a hacer semejante locura-.
Y el otro problema es que se nos quede gente sin vacunar no porque no haya vacunas, sino porque no quieran, le tengan miedo o les hayan metido información falsa en la cabeza. Tratemos de convencer a quienes están a nuestro alrededor de que acudan a vacunarse. Cada vacunado, en caso de contagiarse, será un enfermo grave menos.
El esfuerzo del Gobierno Federal y del Gobierno Estatal ha sido realmente ejemplar. El orden y la eficacia con la que se aplican las vacunas, la calidez de la atención, el profesionalismo de las Brigadas Correcaminos, de verdad son de agradecerse.
Con mucho respeto y cariño les vuelvo a decir: guardémonos lo más posible las próximas semanas. Tratemos de salir sólo a lo indispensable. (A quienes tienen que salir por necesidad de ganarse la vida, nuestro respeto y aliento).
Por lo pronto, motivado porque ayer ganaron mis Águilas del América, yo ya invité a mis amigos a ver el partido del miércoles, pero a verlo cada quien en su casa.