Contener y combatir de fondo la problemática del sobrepeso y la obesidad en México, así como su impacto negativo en la salud, exige un esfuerzo conjunto de todas y todos los mexicanos: gobierno, iniciativa privada y ciudadanía, que permita establecer metas y objetivos estratégicos a fin de consolidar las ventajas de mantener una vida activa y saludable.

Estos padecimientos, al tener un origen multifactorial y ser resultado de prácticas y factores de riesgo que pueden ser de carácter inmediato (a nivel individual), intermedio (en el entorno de los individuos) y básicos o estructurales (a nivel macro), y que ocurren en diferentes etapas a lo largo del curso de vida (la gestación, los primeros años de vida y en la adultez) deben ser abordados, para una mayor eficacia, de forma integral y a partir de acciones colaborativas.

Las consecuencias de que 7 de cada 10 mexicanos sufran esta condición son variadas y pueden verse reflejadas en varios ámbitos. Por ejemplo, ambos padecimientos aumentan el riesgo de tener otras enfermedades como diabetes mellitus, enfermedad isquémica del corazón, hipertensión, dislipidemias, enfermedades cerebrovasculares y cáncer.

Aunado a ello, conforme al reporte “Impacto económico del sobrepeso y la obesidad en México 1999-2023”, en 2017, 201 mil 549 mexicanos murieron por enfermedades originadas por estos dos padecimientos. Y de acuerdo a estimaciones de la Secretaría de Salud, el costo total de la obesidad alcanzaría los 272 mil millones de pesos para el año 2023.

Bajo este panorama, el reciente anuncio de autoridades locales y federales, de nuestro país, de establecer un programa dirigido a la mejora de la salud de los ciudadanos desde un enfoque integral es un paso en la dirección correcta.

De acuerdo a especialistas consultados por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO), establecer el “Día sin bebidas endulzantes” resulta una medida que podría fortalecerse al convertirse en “Días por la salud”; es decir, días específicos de la semana para concientizar sobre el daño que produce el exceso de calorías, sodio, grasas trans, azúcar, grasas saturadas, así como edulcorantes y otros ingredientes artificiales que contemplan las 21 categorías de alimentos ultraprocesados que señala la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Hoy más que nunca, la sociedad en su conjunto debe sumar esfuerzos para acabar con la pandemia de sobrepeso y obesidad que tanto ha vulnerado la salud de millones de mexicanas y mexicanos, y que ha significado un gran riesgo en el contexto de la Covid-19.

Como lo refiere la Organización Mundial de la Salud (OMS), la complejidad de la problemática exige, además de la vigilancia en la aplicación de las leyes ya establecidas en la materia, como la que regula la venta de este tipo de productos al interior y exterior de espacios escolares; condiciones sociales y económicas para mantener actividad física periódica y opciones alimentarias asequibles y accesibles para todos y sin distinción alguna.

Ibidem.

Conéctate con Formato7:

Norteamericano que mató a sus hijos en Rosarito dice que lo hizo por «QAnon e Illuminati»