Tienes mucho trabajo, debes terminar de estudiar para un examen, pero ya es de noche, entonces entras en la encrucijada de dormir tarde o despertar temprano, para realizar tus actividades.
Tal vez hayas escuchado que hay personas cuyos ciclos de sueño-vigilia están mejor adaptados para quedarse despiertos hasta altas horas de la noche, mientras que otras personas “funcionan” mejor si inician sus jornadas antes del amanecer.
Incluso puede ser que tu tengas una idea sobre qué tipo de persona eres: si te cuesta mucho levantarte por la mañana posiblemente consideres que eres más “nocturna” que “matutina”.
Cronotipos
Los cronotipos o tipologías circadianas son la forma en que se clasifican las variedades de comportamientos respecto a los ritmos circadianos de cada individuo.
De manera general se ha considerado que existen dos cronotipos: nocturnos, que también se les llama búhos; o matutinos, también llamados alondras.
Pero en realidad, la mayoría de las personas no somos ni totalmente nocturnas o matutinas, sino una combinación de ambos cronotipos.
Otro asunto a considerar es que los cronotipos no solamente se refieren a las horas de dormir y despertar, sino también a los momentos del día en que somos más funcionales y estamos más alertas.
Estos comportamientos no solamente varían de una persona a otra, sino que también cambian con la edad, pues en ellos influyen hormonas de todo tipo.
Por ejemplo, en la adolescencia hay una tendencia de dormir tarde y despertar tarde, pero eso no necesariamente permanece cuando llegamos a la edad adulta.
Tu personalidad determina tu hora de dormir
Los ciclos de sueño y vigilia son algo fisiológico: están basados en redes neuronales y neurotransmisores específicos que actúan sobre el sistema nervioso central.
Pero también se ha estudiado que nuestra personalidad puede influir en las preferencias que tenemos sobre dormir tarde o despertar temprano.
Aunque por supuesto nuestra personalidad está influenciada por el ambiente, ciertos rasgos de ella tienen que ver también con nuestros genes.
Y esa herencia genética que se refleja en nuestra personalidad también tiene que ver con nuestros comportamientos respecto a los horarios para dormir.
Se ha encontrado que las personas con personalidades ordenadas y disciplinadas, prefieren despertar temprano. Mientras que quienes tienen personalidades extrovertidas y abiertas, son quienes tienden a preferir hacer sus actividades por la noche.
Como existen otros rasgos de personalidad que se pueden asociar con los genes, hace falta revisar mucho más estas relaciones, pero son un punto de partida que explica por qué tenemos ciertas preferencias.
¿Eres más feliz si te levantas temprano?
Otro aspecto relacionado con las horas de dormir y despertar, es el grado de felicidad que podemos tener, a partir del cronotipo.
Un estudio realizado con estudiantes de Medicina de una universidad turca, encontró que quienes tenían hábitos matutinos, también referían ser más felices.
Aunque no debemos tomar esto de forma tan definitiva, en ese mismo estudio, solo un 25% de los estudiantes que tenían hábitos nocturnos, fueron los que calificaron su vida como “menos feliz”.
La relación entre ser una persona matutina y la felicidad, puede venir de que así nuestros ciclos biológicos está sincronizados con los cambios de luz en el entorno.
Eso permite que el sistema nervioso produzca los neurotransmisores adecuados que juegan un papel importante en el sueño, pero que también influyen en nuestro estado de ánimo.
De cualquier forma, lo más importante para tu salud es que duermas entre 6-8 horas para tener un descanso adecuado. Eso sin duda te hará más feliz.
Fayerwayer